Observándonos a nosotros mismos, los extraños, desde la línea media

¿Por qué el Creador creó todo de forma tan extraña? Él construyó un palacio, invitó a todos sus amados invitados, y entonces puso guardias y policías alrededor del palacio quienes están examinando y revisando a los invitados, sin dejarlos pasar y causándoles dolor y sufrimiento ¿No sabía desde antes el Creador quién le sería leal, quién lo amaría a Él y quién no? ¿Por qué el Creador nos rechaza a todos? ¿Es así para que sólo aquellos que pueden superar todos los obstáculos pasen, con el fin de probar su lealtad y disposición?

El punto es que es en esta lucha que nuestro deseo es formado; una vasija para recibir en el palacio del Rey es construida y estabilizada. De otra manera, ¿cómo seríamos nosotros capaces de construir esta vasija? Después de todo, no nos fue dada ya hecho desde Arriba ¿Si se nos permitiera pasar sin una razón, estaría eso justificado? Es como si anhelara al Creador con todo mi corazón, y aquí algún guardia me arrojara montaña abajo.

El punto es que soy totalmente opuesto a los atributos requeridos para llegar a la cima de la montaña. No soy la persona que debería ser para llegar a ser un invitado al palacio del Rey. Es sólo gracias a los guardias que constantemente cambio al volverme más y más adaptado.

Esas fuerzas, por supuesto, son representadas por mi ego como perversas, crueles guardias que no me dejan pasar. El Creador es el más cruel de todos porque Él es el que colocó todos esos guardias y policías. Él creó mi inclinación al mal y todos los problemas y sufrimiento que se relacionan con ello. Es como si hubiera dado a luz a un niño pobre, enfermo y en lugar de sentir pena por él, Él incluso lo golpea, como si el niño fuera culpable de algo.

Aparentemente, todas nuestras quejas están justificadas, pero el punto es que la única manera de construir la vasija correcta es con la ayuda de los atributos correctos que recibimos, los cuales no tenemos en un principio. Entonces el enfoque correcto es dividirme en dos. Desde una perspectiva ves lo que hay en tu deseo egoísta. Desde una segunda perspectiva, ves lo que hay en tu deseo de otorgar, en tu anhelo de asemejarte al Creador, lo cual significa de acuerdo al ascenso montaña arriba, en cuya cima está el palacio del Rey.

Seguir esas dos perspectivas es llamado “la línea media”. ¡Con respecto a tu deseo de recibir este es el camino más terrible en el cual no hay justicia sino en realidad sólo lo opuesto! No serás capaz de justificar el deseo de otorgar o respaldarlo tanto. Eso es porque debemos esforzarnos en ambos lados, tanto desde el lado del ego y del lado del anhelo por el otorgamiento.

Lo importante es que estás observando esos dos puntos de forma independiente desde una zona neutral. Es como si te hubieras elevado hasta Keter y desde ahí estuvieras viendo esta maquinaria, como el Creador. No pertenece a ti, pero es tuya sólo si te ayuda a asemejarte a Él. Gracias a eso, puedes llegar a ser como Él, llegar a la adhesión con Él, y mirar todo lo demás como un medio para alcanzar eso.

Así puedes justificar, entender, y pasar por todos esos desafíos “por encima de la razón”: ambas, como el egoísta y como el que otorga. Eso es porque este otorgamiento también está basado totalmente en recibir.

Quieres adherirte al Creador en lugar de estar conectado a tu deseo de recibir. El deseo de recibir es simplemente una herramienta para que alcances al Creador. Con la ayuda de la Torá, (la Luz que Reforma), tienes que convertir esta inclinación al mal en la buena inclinación con la cual te adherirás al Creador.

Para adherirte al Creador, necesitas la buena inclinación, pero con el fin de que esta buena inclinación sea capaz de ayudarte a adherirte a ello, debes abordarla desde el lado de la inclinación al mal mediante el uso de la Torá. Toda la creación fue creada con el fin de llegar a la adhesión con el Creador. Desde este punto de adhesión, el cual queremos alcanzar, tenemos que observar todo el proceso por el que estamos pasando. Después te separarás de la perspectiva egoísta y no te verás a ti mismo a través del deseo de recibir, a través de tu ego. Constantemente estarás por encima de este y lo observarás desde un costado, como un medio para lograr la meta.

Por esto es tan importante constantemente elevar la grandeza de la meta, el Creador, el grupo, y los amigos. Porque esto te ayudará a relacionarte con todo lo demás como herramientas.
(78011 De la tercera parte de la Lección diaria de Cabalá 15/5/12, El estudio de las Diez Sefirot)

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