Comentario: Una vez dijo usted que nuestro mundo es un gran obstáculo.
Mi respuesta: Sí, porque oscurece al Creador.
Pregunta: ¿Qué nos detiene y qué se considera obstrucción?
Respuesta: Nuestro ego. El deseo egoísta atrae todo lo que nos rodea. Es difícil de creer, pero piedras, árboles, electrónica, todo lo que creamos, vemos y con lo que trabajamos son obstáculos que nos impiden revelar al Creador.
Pregunta: ¿Es decir que el Creador creó este mundo para impedirme llegar a Su estado?
Respuesta: No, todo lo contrario. Sólo con ayuda de obstáculos lo alcanzo.
Pregunta: ¿Considera que los obstáculos son ayuda?
Respuesta: Por supuesto. Por ejemplo, si eres atleta ¿cuánto tiempo tiene que levantar muchas pesas para alcanzar algún resultado? ¿para qué te sirve?
Comentario: Ni siquiera me lo pregunto porque si me lo pregunto, dejaría de hacerlo.
Mi respuesta: ¿Ves? Si tratamos lograr resultados y éxito, debemos hacer esfuerzo, ¿por qué? ¿por qué siempre hay obstáculos en todo trabajo, en todo logro, sin importar lo que sea?
Comentario: Pero tengo una meta. Digamos que quiero ser campeón. Por eso hago ejercicio. Levanto muchas pesas todos los días. Si no tuviera la meta de lograr respeto de la sociedad y sentirme bien, no lo haría.
Mi respuesta: Es decir, para lograr algo, en general, debo esforzarme, hacer actividades monótonas, ejercicios y comprobar mi avance. Como resultado, logro mi objetivo. Así es en todo.
Pregunta: Pero ¿cómo se manifiesta en nuestro caso? Pues, nuestro objetivo es alcanzar al Creador, la cualidad de otorgamiento.
Respuesta: Aquí la situación es diferente: tú construyes músculos externos, los cabalistas construyen músculos internos. Trabajan en un principio diferente.
En otras palabras, debo trabajar contra mi ego, igual que tú, pero para lograr la cualidad de otorgamiento por encima de él. En lugar del pequeño deseo egoísta de acostarte y descansar, a ti te atraen los deportes. Y yo, en lugar de acostarme y relajarme, me atrae mi trabajo interno. Hago esfuerzos para que, en lugar de un deseo egoísta, aparezca un deseo altruista en mí: preocupación por los demás, por mi amigo, por el Creador.
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De Kabtv «Fundamentos de Cabalá», 25/mar/19
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