Pregunta: A menudo nos encontramos con la siguiente situación: si a una persona le apetece trabajar, trabaja, y si no, deja de trabajar y eso es todo ¿Debe una persona preparar un horario para sí mismo para el siguiente día o la siguiente semana, y apegarse a este firmemente, o debe trabajar según sus cambios de humor?
Respuesta: No, debemos ver primero la psicología y ver que comenzó a desarrollarse algunas décadas antes de la crisis social que afrontamos hoy para que nos sirva como guía, como un sistema informativo, que nos enseña hábitos con el fin de llevar al hombre a la cooperación integral, a un estado en el que él será capaz de aceptar el nuevo paradigma. Ahora, cuando le permitimos a una persona continuar con su avance, entiende que puede usar cada minuto de su tiempo con el fin de alcanzar las sensaciones deseadas y expandir constantemente las fronteras de su alcance.
El alcance en un “círculo” es diferente al alcance en una “línea” dado que, en una línea, siento todo dentro de mi “bolsa”, en un “saco”, en una “cartera”, mientras que el alcance en un círculo es evaluado de acuerdo a su desarrollo, de acuerdo al grado de la esfera que se expande.
No llevo todo esto al interior. Al contrario, esta esfera es abundante y me permite sentir infinitas dimensiones ya que el infinito constantemente se expande con respecto a las sensaciones de una persona. Esas expansiones son cualitativas en sus atributos. No son percibidas teóricamente, sino que son sentidas como cualidades dentro de nuestros deseos, y esta es nuestra nueva dimensión.
Comenzamos a entender que todos los datos, las coordenadas de acuerdo a las cuales nos medimos-tiempo, distancia, y movimiento-sólo existen en nuestras sensaciones, y todo es relativo. Aquí, comenzamos a sentir adecuadamente esta relatividad sobre nosotros, lo que significa que entramos a un espacio que está más allá de los límites de nuestras mediciones lineales, y, de acuerdo a Einstein y otros científicos, todo este espacio gradualmente se vuelve redondo y se cierra en un círculo.
Este círculo me lleva a la esfera, y comienzo a sentir que esta se expande, haciéndome así sentir y alcanzar. Comienzo a sentirme como parte de un mundo en el que no hay límites. La sensación directa de la existencia de mi cuerpo desaparece y también lo hace mi dependencia de esta masa de carne que, por alguna razón, es una adición que me pertenece, como una mascota que vive a mi lado. Comienzo a sentir el humano en mí como algo que existe en una nueva esfera. Entonces, la sensación de vida y muerte con respecto a este cuerpo desaparece.
El sentir la sociedad global, integral, eleva a una persona por encima de cualquier cosa que pertenezca a su cuerpo de proteínas, y así lo eleva al siguiente nivel de existencia. Él comienza a entender que la muerte de su cuerpo en realidad no es su propia muerte. Existe en esto una gran revaluación de todos nuestros valores y parámetros, ya que, de acuerdo a Freud y otros científicos, el miedo a la muerte es la base de todas las secciones, dimensiones, y nuestros elementos sicológicos lineales.
Entonces, en el momento en que una persona siente que está siendo llenado y que se desarrolla gracias a está mayor conexión con la sociedad redonda que lo rodea de la cual constantemente recibe nuevos deseos e inmediatamente los llena, aparecen oportunidades y necesidades totalmente nuevas.
Por cierto, aquí comienza la nueva revolución tecnológica de la que hablan muchos; tendrá lugar no en finos elementos físicos o biológicos etc.. Sino en realidad en la conexión entre una persona y su sociedad.
Una persona creará las herramientas terrenales que necesite, pero serán muy simples porque toda su atención, deseos, y llenado estarán relacionados con sus semejantes en el círculo. Por lo tanto, pondrá atención a su cuerpo como a una mascota, justo lo que necesite para sobrevivir. Entonces, llegaremos al equilibrio correcto con la naturaleza en una economía de consumismo razonable.
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De una “Charla acerca de la formación integral” 23/5/12
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