Pensemos juntos

Los estudios demuestran que la mayoría de las generaciones jóvenes piensan en su futuro con miedo debido al cambio climático, que ya está siendo catastrófico. La pregunta más inquietante es ¿ya hemos cruzado la línea roja de una catástrofe ambiental más allá de la cual no hay retorno o todavía no?

Puedo asegurarle que no hay ninguna línea roja más allá de la cual sea imposible arreglar nada. Pero el hecho es que nos parece que hemos agotado todos los medios disponibles, y ahora el calentamiento global, los agujeros de ozono y todos los demás problemas climáticos aumentarán inevitablemente.

El problema no está en absoluto en nuestras acciones para proteger el medio ambiente, sino en el hecho de que no nos comprometemos con otra cosa, la fuerza más poderosa y elevada de la naturaleza, las relaciones entre las personas. Corrigiendo las relaciones entre las personas, podríamos cambiar el clima a nivel general y global y eliminar los problemas ambientales más terribles y aterradores.

Es necesario darse cuenta de que el pensamiento humano es la mayor fuerza de que dispone la humanidad. Y con la ayuda del pensamiento, podemos cambiar la naturaleza. Solo debemos comprender en qué dirección debe ir este pensamiento, en qué debe consistir el pensamiento, en qué estado debemos esforzarnos y pedir que se realice.

El remedio más eficaz que puede sanar el globo es el acercamiento entre las personas y el pensamiento global de que nuestro planeta no se sobrecaliente y se arruine como sucede hoy. Si los niños están preocupados por el futuro del planeta, que presionen a sus padres y los animen a reflexionar juntos.

Los jóvenes suelen tomarse muy en serio el problema de la contaminación de la naturaleza y clasifican meticulosamente la basura para poder reutilizarla. Y al mismo tiempo, nada ayuda porque lo principal es el poder del pensamiento. Pensemos todos juntos en cómo, a través de nuestra conexión, podemos proteger la naturaleza de la destrucción.

Lo principal es hacerlo juntos para que haya gente a mi alrededor que se deje llevar por esta preocupación común, sin pánico, sino de forma continua, a cada momento, día tras día, con toda la familia, todo el país, todo el mundo.

Cuando nos unamos así y nos preocupemos por los demás, alcanzaremos un estado puro y orgánico, completamente redondo e interconectado. Y entonces, por supuesto, todas las fuerzas negativas simplemente desaparecerán del mundo. Si la gente empieza a pensar con amabilidad en los demás, el clima en el mundo se normalizará. Después de todo, nuestro pensamiento es la fuerza más poderosa de todas las disponibles en la naturaleza.

Son nuestros malos pensamientos los que están destruyendo el planeta hoy en día. Y por tanto, por mucho que intentemos proteger el medio ambiente, nada servirá de nada hasta que comprendamos que solo corrigiendo las relaciones entre nosotros podremos preservar la naturaleza y corregir el estado ecológico.

 

Mira este video  ¿Cuál es la fuerza de nuestros pensamientos?

 

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