«¿Por qué algunos adolescentes y adultos jóvenes terminan disparando masivamente?» (Quora)

Michael Laitman, en Quora: «¿Por qué algunos adolescentes y adultos jóvenes terminan disparando masivamente

Es consecuencia de la presión interna que sienten.

Podemos decir que los jóvenes de hoy, buscan atención y tratan de lidiar con la falta de atención de sus padres y de la sociedad, en su vida, eso es cierto, pero la causa raíz es mucho más profunda.

¿Qué hace que los adultos jóvenes cometan masacres?

Simplemente no saben para qué viven.

Si no tengo una meta y mi entorno social, desde el hogar hasta la sociedad en general, no me hacen sentir importancia suficiente en ninguna dirección que realmente pueda desarrollarme y sólo se relacionan conmigo como «usuario», «consumidor» o «cliente» de sus sistemas, empiezo a buscar mi propia forma de expresar lo que hay dentro de mí.

Todos los niños y especialmente los adolescentes, quieren ser amados y cuidados.

Los jóvenes necesitan sentir que el mundo que los rodea los valora y está dispuesto a apoyarlos. Desafortunadamente, hoy sólo es una ilusión ese sistema de apoyo. Además, incluso si realmente existiera, no sería suficiente.

¿Qué falta en la sociedad para los jóvenes de hoy?

De acuerdo con la sabiduría de la Cabalá, nuestros deseos se desarrollaron hasta un punto en el que ningún placer ni belleza disponibles en el mundo, satisfacen nuestras peticiones internas.

Nada nos da una respuesta segura a la pregunta: «¿Por qué estoy aquí?» o «¿Cómo puedo convertir mi inútil existencia en algo grande y valioso?»

Hay varias teorías y enfoques que ofrecen diferente respuesta a esas preguntas, pero todo caen dentro del ámbito de lograr algo material en este mundo o algo de placer en la fantasía de otra vida, una cantidad cada vez mayor de gente siente la realidad. infructuosa en esos enfoques.

Es simplemente porque un nuevo deseo está despertando en la humanidad y exige un nuevo tipo de satisfacción, diferente a lo que hemos sentido o imaginado hasta hoy.

La naturaleza humana es el deseo cada vez mayor de disfrutar. Se desarrolla en deseo de comida, sexo, familia, dinero, honor, control y conocimiento, la evolución máxima de este deseo es cuando se comienza a desear la espiritualidad.

En ese punto, nuestro deseo de disfrutar los placeres en este mundo llega a un callejón sin salida. Estamos cada vez más insatisfechos de la vida, tratamos de calmar el deseo con drogas, medicamentos, videojuegos, ver por horas el Internet y muchas otras cosas similares; algunos llevan esa insatisfacción a formas extremistas de odio hacia la sociedad, eso puede conducir a dañar a otros.

Lo que nos falta es un método que nos ayude a comprender cómo y por qué la naturaleza trabaja en nosotros como lo hace y que con mayor conocimiento de la naturaleza, descubriremos su fuerza oculta que puede dar satisfacción a ese deseo desarrollado: la fuerza de amor y otorgamiento.

La generación joven, especialmente los adolescentes, sienten más esa necesidad. En su subconsciente no están de acuerdo con el mundo en el que viven, un mundo donde tienen miedo de expresar sus sentimientos y donde hay todo tipo de manipulaciones, detrás de una fachada de cuidado y preocupación.

Quieren algo real y genuino, pero no comprenden qué es real ni qué es genuino, pues no hay ningún ejemplo de eso en la sociedad que los rodea.

Esa impotencia empuja a algunos a cometer actos imprudentes, a pesar de que no son ni estúpidos ni delincuentes: así les afecta la presión interna.

Además, nosotros como sociedad somos responsables.

Por eso, si queremos que nuestra generación futura viva feliz y plena, sin involucrarse en pensamientos ni ideas ni acciones antisociales y destructivas, tenemos que cuidar a nuestra sociedad.

Necesitamos enseñar a adultos y jóvenes a salir del paradigma falso de este mundo, a entender la realidad, a relacionarse correctamente con las innumerables influencias de la era de la información y a descifrar, dentro de todo el ruido, el significado último de la vida: entrar al mundo superior, al nivel más alto de existencia, donde nuestras relaciones, actualmente tensas y divisivas, serán reemplazadas por relaciones positivas, de apoyo y de bienestar, pues se revelará la fuerza de amor y otorgamiento en nuestras conexiones.

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