«Por qué los niños protestan por tener que ir a la escuela: Más discrepancia evolutiva»

Opinión (Peter Gray, PhD., profesor de investigación de psicología de la Universidad de Boston): «La mayoría de los niños en nuestra sociedad protestan por tener que ir a la escuela. ¿Estoy diciéndote algo nuevo? Ellos protestan en muchos aspectos, fingiendo una enfermedad, arrastrando los pies por la mañana, haciendo lo que pueden para satisfacer las demandas de la escuela (o incluso dejando de hacerlo), y violando las reglas de la escuela cuando pueden salirse con la suya. …»

«¿Son estos niños sólo malcriados ingratos? Si es así, entonces usted y yo, y esencialmente todos los que hayan asistido a la escuela después de la escolaridad obligatoria, también fuimos malcriados ingratos. Todos lo protestamos por esto. De hecho, en los días en que las escuelas se volvieron obligatorias por primera vez, los niños protestaron aún más que en la actualidad, a pesar de que en ese entonces hubo muchas menos de estas protestas. Ellos tenían que ser golpeados con varas de azote para conseguir que se quedaran en la escuela y hacer lo que los profesores les dijeran que hicieran. … «

«Como señalé en uno de los primeros ensayos en este blog, los medios por los cuales los niños fueron educados en las culturas de cazadores-recolectores eran contrarios a los medios por los cuales tratamos de educar a los niños en nuestras escuelas hoy. Uno de los valores más preciados para todos los grupos de sociedades de cazadores-recolectores que alguna vez hayan sido estudiados por los antropólogos, es la libertad. Los cazadores-recolectores creían que era un error obligar a la persona a hacer lo que la persona no quería hacer, y ellos consideraban que los niños eran personas. Rara vez incluso les hacían sugerencias directas, porque eso podría sonar a coerción».

«Ellos creían que la gente, por su propia iniciativa aprendería a contribuir al bienestar del grupo, porque al hacerlo podrían ver la sabiduría y experimentar con ello la alegría. Durante cientos de miles de años, este fue el principio organizativo de la sociedad humana».

«La vida de caza y recolección requirió de gran iniciativa personal y creatividad, y requirió de confiar en que la gente compartiría y cooperaría porque quería hacerlo. Los cazadores y recolectores parecían entender eso, y también parecían comprender que los niños crecerían mejor para ser adultos libres, confiados, cooperativos y creativos, si se les permitía la libertad durante toda su infancia, en el contexto de los modelos morales y comunales que les proporcionara el grupo».

«A lo largo de nuestro inmenso período de caza y recolección, los niños tuvieron libertad para jugar y explorar todo el día, día tras día, y de esa manera se educaron ellos mismos. La educación fue siempre auto-dirigida».

«De hecho, la razón por la cual los niños son naturalmente tan juguetones, curiosos y sociales es que esos rasgos fueron los poderes motivadores tras las habilidades de los niños para educarse a sí mismos. Esos rasgos «infantiles» fueron promovidos y moldeados, por selección natural, precisamente para servir a la función de la educación, en condiciones de libertad infantil.

«Así que, cuando nosotros obligamos a los niños a sentarse en sus asientos, a escuchar a un maestro y a hacer lo que él les diga, cada hueso de sus cuerpos, y cada neurona y músculo se resisten. Sus cuerpos les dicen: «Esto está mal. Yo necesito controlar mis propias acciones, tengo que jugar dentro del marco de habilidades que parecen ser importantes para mí, tengo que explorar las preguntas que me producen curiosidad, no las que me aburren, tengo que prestar atención a lo que está haciendo la gente en el mundo real, no a lo que este profesor, que ni siquiera parece ser parte del mundo que hay por fuera de la escuela, me está diciendo. Si yo no hago estas cosas que tengo que hacer, no llegaré a ser un ser humano competente, digno. En los tiempos de los cazadores-recolectores, un niño que no se sintiera muy fuertemente impulsado a manejar su propia vida y educación habría crecido para ser un inadaptado».

«Por lo tanto, nuestros hijos tienen instintos que los impulsan a educarse a través de su juego libre, exploración y socialización. Pero nosotros tenemos escuelas que insisten en que ellos renuncien a la libertad y hagan lo que se les dice que deben hacer. Las escuelas nunca han funcionado bien, ni siquiera en teoría pueden hacerlo, porque siempre ponen a la escuela en contra del niño y por lo tanto provocan resistencia.

«Este enfoque radical es para dejar que nuestros hijos se eduquen, mientras que nosotros les proporcionamos las condiciones que hacen que esto sea posible».

Mi comentario: Esto es lo que les ofrece a los niños la educación integral.

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