Nuestros sabios dijeron que si se le pide al Creador con fe que reviva el alma, la solicitud es aceptada inmediatamente. Aparte de la fe, no tenemos nada que pedir, no recibiremos nada más.
No tiene sentido acudir al Creador con otras preguntas, no habrá respuesta. Recibiremos respuestas indirectas, que poco a poco nos orientarán hacia la oración correcta. Es lo que nos ha sucedido hasta ahora.
Debemos averiguar qué es lo que realmente queremos recibir, no dinero ni fama ni pequeñas alegrías momentáneas. ¿Qué debemos pedir al Creador en esta corta vida? El problema principal no es cómo ir al Creador, sino con qué exactamente ir hacia Él, descubrir qué es realmente importante para nosotros en la vida y así, acudir a Él, sin importar con qué palabras.
Vemos que miles de millones de personas constantemente buscan al Creador. Cada segundo en el corazón de cualquier persona, tal vez sin darse cuenta, hay una petición al Creador. Pero estas solicitudes no son relevantes. No podemos decir que el Creador no les responde; reacciona, pero solamente un poco. Así hemos avanzado hacia la corrección por miles de años.
Cabalá nos enseña cómo pedir correctamente, para acelerar el proceso de corrección: pedir fuerza de fe, oportunidad de pasar a la fuerza del otorgamiento y no vivir en la fuerza de la recepción egoísta. La respuesta a esa solicitud está garantizada porque es el propósito de la creación. Todo lo que el hombre tiene en este mundo se le da para que pueda pedir la fuerza de otorgamiento y adhesión al Creador.
