Cuando pasamos del rechazo por los demás, a la conexión por encima de nuestro egoísmo, entonces comenzamos a sentir este sistema de comunicación entre nosotros y todos los demás. La conexión entre uno y todos los demás, se llama ascenso a los grados de los mundos.
Hasta el punto en que podemos reducir las distancias internas entre nosotros, para estar de corazón a corazón con nuestros deseos, intenciones y llenados, en esa medida, en relación de uno al otro, ascendemos los grados de los mundos. Mi egoísmo está entre tú y yo y si yo divido el ego en partes, entonces tendrá cinco grados: cero, uno, dos, tres y cuatro.
Si logro superar en algo el primer grado y acercarme a tí, eso se llama que he ascendido a los grados del mundo de Assiya. El segundo grado, es el mundo de Yetzirá, el tercero, es el mundo de Beria, luego el mundo de Atzilut, el mundo de Adam Kadmon; y el del infinito, el lugar donde nos fusionamos completamente, es decir, sin fin sin límites. Así es como sucede
Cuando me encuentro en este estado, con respecto al otro, nada se me dificulta. Es lo que se llama “mundos”; y no hay nada más que la superficie en la que todos existimos rotos, rechazados, separados unos de otros por nuestro egoísmo y nos tenemos que unir.
Digamos que el mundo superior está actuando sobre nosotros, lo que quiere decir, que el sistema global comienza a trabajar más. Pero los lazos entre nosotros son malos y están viciados. Por lo tanto, cuando una pequeña “corriente eléctrica” pasa a través nuestro, es decir, que hay una pequeña conexión, entonces el sistema se siente en desarreglo, en crisis por así decirlo y no podemos hacer nada al respecto.
Nos sentimos como intentando estar desconectados unos de otros y el sistema constantemente participa sobre nosotros más y más y no llegamos a ningún lugar. En oposición a este sistema, estamos en una relación egoísta entre nosotros, pero esta nos exige estar conectados y actuar juntos. Por eso, la crisis se conoce como global ¡integral!
Aquí no tenemos opciones ante nosotros. Tenemos que unirnos entre nosotros y participar en este sistema, ya sea por voluntad, con conciencia y con lo que la Cabalá pide y ayuda a realizar o el sistema se volverá cada vez más en contra nuestra y sentiremos más y más sufrimientos, hasta que estos nos convenzan
