“¿Qué solución ve para al problema del consumo excesivo?”

Michael Laitman, en Quora: 

Entérate de la respuesta a esta y otras interrogantes planteadas en la sección de Preguntas y respuestas al Dr. Michael Laitman en Quora

 

“¿Qué solución ve para al problema del consumo excesivo?”

Necesitamos equilibrio entre nosotros y la naturaleza.

Tenemos que ocuparnos de nuestras necesidades: matar animales para comer y quemar carbón, petróleo y gas para usar razonablemente máquinas, equipos y calefacción. No podemos evitar hacerlo. También debemos usar el agua sabiamente, en la medida adecuada. Cuando arrojamos la mitad de lo que producimos al océano, generamos exceso de suciedad y basura, y naturalmente nos encontramos ahogados en los excesos.

Pero este proceso está en manos de personas que, con avaricia o tontamente, tratan de producir y ganar tanto como sea posible y desecha lo que no se usa y  la gente a su alrededor guarda silencio. Se convirtió en un proceso imparable y resulta que la mitad de lo que producimos hoy en el mundo es innecesario.

La solución es pensar en lo que es necesario e innecesario en nuestra vida. Al hacerlo, detendríamos entre el 70 y el 80 por ciento de la producción.

Además, la cuestión de determinar qué es necesario e innecesario puede hacerse con lógica. Aunque desconocemos muchas condiciones, aún se puede tener este enfoque. Por ejemplo, los economistas calculan y estiman lo necesario para satisfacer las necesidades del hombre. Pero ¿alguien los toma en cuenta? ¿hay alguien que se preocupe de que todos tengan lo suficiente y no más de lo que realmente se necesita?

No obstante, es un punto de partida: calcular lo necesario y lo innecesario en la vida.

Aún hay un gran problema: la naturaleza humana, el deseo egoísta de disfrutar a expensas de los demás y que desea estar por encima de todos, exige su sustento. El problema está en el ego que siempre quiere superar a otros y estar mejor. O sea, podemos resolver las necesidades y quemar los excedentes, pero al final, el ego siempre querrá más y más, estar por encima y tener más que todos.

Por eso, al mismo tiempo que se determina qué es necesario o innecesario en la vida y se satisfacen las necesidades, también precisamos un enfoque educativo integral que nos muestre cómo opera nuestra naturaleza egoísta, hacia dónde nos lleva y cómo podemos superar su influencia, conectándonos en la intención común de dar. Al satisfacer nuestras necesidades, atenderlas y al mismo tiempo, aprender y buscar nuestra conexión positiva en la sociedad humana, podríamos resolver los problemas de sobreconsumo y sobreproducción y descubriremos que podemos vivir cómoda y felizmente con alrededor de 70 a 80 por ciento menos de lo que actualmente producimos, compramos y tiramos.

 

“¿Qué es una interacción con significado?”

Una interacción con significado es cualquier interacción en la que consideramos:

¿Por qué sucede?

¿Cuál es su fuente?

¿Cuál es el resultado deseado?

Al relacionarnos así con nuestras interacciones, podríamos avanzar en una dirección en la que pensemos que cada persona, animal, planta y objeto tiene su lugar y tiempo.

El mundo está oculto para nosotros y se nos revela una interacción a la vez. Estas interacciones son formas imaginarias que existen solo en nuestra percepción y les damos significado cuando organizamos nuestra actitud hacia esta película que se reproduce a cada momento, es decir, hacia el mundo.

 

“¿Cuál es mi función en mi naturaleza?”

Todos vivimos dentro de una naturaleza circular, cerrada, total y plena, con infinitos grados, interacciones e interconexiones entre sus partes. Somos partes de este inmenso sistema y no podemos digerir su totalidad, grandeza, perfección y eternidad. Sin embargo, la naturaleza es un sistema perfectamente interconectado y como tal, es imposible que nada se mueva sin que todo lo demás se mueva en armonía.

La naturaleza se dirige constantemente al estado total, perfecto y pleno. Sus partes pertenecen a una de las cinco etapas, que en hebreo se llaman Shoresh (raíz), Alef (uno), Bet (dos), Gimel (tres), Dalet (cuatro) o inanimado, vegetal, animal y parlante. Todo avanza en una dirección para volverse uno, se conecta y en su conexión, es como si todo fuera uno.

En las relaciones entre las partes que participan, hay una ley de conexión que se revela hasta el punto del amor, es decir, un estado de total interconexión e interdependencia, donde todos son importantes y hay amor común. Como está escrito, “el lobo morará con el cordero”, es decir, todos entenderán que son parte del mismo cuerpo. Así, como no podemos dañar nuestro cuerpo, llegamos a un estado en el que no podemos dañar ninguna otra parte de la creación, ni siquiera las más pequeñas ni la más distante.

Por eso, cuando consideramos a otros o cualquier otro fenómeno en la vida, debemos buscar su origen en el sistema global general de la naturaleza y buscar cómo debemos responder correctamente a lo que sentimos en un determinado fenómeno o una determinada persona y cómo marcamos su lugar en el sistema general.

 

“¿Adónde te llevará el amor? ¿hasta qué punto influye en el hombre?”

Si comienzas a amar y preocuparte por todos y todo en la naturaleza -inanimada, vegetal, animal y humana- de acuerdo con la ley de amor, verás tu inmensa influencia.

Primero, recibirás gran satisfacción de todos y todo en la naturaleza, por tu actitud amorosa hacia todo. Comenzarás a sentir la realidad como tú y su inclusión mutua. Luego te integras con el mundo y descubres la fuerza que actúa en todo. Puedes reconocer la fuerza que desarrolla, evoluciona y anima a la naturaleza. Así existen todos los seres creados. Así puedes identificarte con la fuerza que controla la naturaleza.

¿Por qué mi actitud amorosa hacia los niveles: inanimado, vegetal, animal y humano de la naturaleza, hacia todo y todos los que me rodean, puede revelar la fuerza que controla?

Porque esta fuerza está en todos y en todo, solo que tú no tienes los mismos valores para revelarla y sentirla. Por eso está oculta. La ocultas por tu disparidad de cualidades: tienes odio dentro de ti y la naturaleza es amor absoluto.

El amor hacia todos es la cima de la vida. Lograrlo nos permite sentir la realidad perfecta y eterna y tú también te vuelves perfecto y eterno.

 

“¿Cómo encuentras la fuerza para perdonar?”

¿Cómo podemos encontrar la fuerza para perdonar? Podemos encontrar esa fuerza cuando entendemos la naturaleza humana y que nuestra naturaleza nos obliga a ser como somos.

Está escrito, “Ve al artesano que me hizo”. En otras palabras, «¿Por qué te enojas conmigo?» «¿por qué me culpas?» “Ve con aquel que me hizo así, que me activa y opera de este modo todo el tiempo. Yo, en y por mí mismo, no soy nada.”

En otras palabras, hay marionetas ante ti, a través de ellas debes relacionarte con el que lo hizo todo. Al relacionarte con la fuerza detrás de todo y de todos, llamada “Creador” en la sabiduría de la Cabalá, pides comprender correctamente a los que están ante ti, para verlos como representantes del Creador hacia ti. Entender que todo en tu vida, en la naturaleza en los niveles inanimado, vegetal, animal y humano, existe para que descubras la actitud del Creador hacia ti.

¿Qué es el Creador? El Creador, al que se le da varios nombres en la sabiduría de la Cabalá, “naturaleza”, “luz superior” y “fuerza superior”, entre otros, es la fuerza general de la naturaleza, la ley general de la realidad: una cualidad, fuerza y ley de amor, otorgamiento y conexión. No tiene nada que ver con religión ni con creencias.

Existimos en un pensamiento. Piensa en ello como un programa informático masivo. En última instancia, en este sistema, el papel de cada uno es ayudarnos a alcanzar el estado final de “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esta es la ley de la realidad de nuestra vida y existencia.

 

 “¿Cómo sacar el máximo provecho de una relación?”

Podemos aprovechar al máximo una relación, si tenemos en cuenta, primero, que somos parte del sistema interconectado e interdependiente de la naturaleza y que cada uno tiene roles hacia los demás en este sistema.

Así nos configuró la naturaleza. Tenemos que aceptarlo como un hecho y buscar cómo usar correctamente lo que se nos dio, es decir, darnos la oportunidad de corregirnos, para mejorar la forma en que nos vemos a nosotros y al mundo, como seres interdependientes, conectados en totalidad y perfección.

En otras palabras, necesitamos alcanzar un estado de amor cada vez mayor entre nosotros. Cuando nos proponemos alcanzar ese estado de amor mutuo de la manera más breve posible, no importa lo que sintamos en el camino.

Todo se dirige a un estado final de amor. Si no va a suceder ahora mismo, entonces tendrá lugar en unos años y si no en unos años, en algunas encarnaciones. Por eso, cuando iniciamos una relación, debemos aspirar a nada menos que al estado de amor pleno y perfecto.

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