Y Moisés les dijo: «Que ningún hombre lo abandone hasta la mañana». No obstante, no atendieron a Moisés, sino que algunos de ellos lo abandonaron hasta la mañana, y le salieron gusanos, y se pudrió; y Moisés se enfureció con ellos (La Torá, éxodo, BeShalaj, 16:19-16:20).
Esto nos habla de la falta de fe. Si acumulas para mañana, ya no estás en el mundo del Creador, sino en tu propio mundo. Esta es una lucha constante que debe acompañar a la persona con respecto a todo: a ver el pasado, presente y futuro en relación a sí mismo y a los demás y a evaluar todo lo que le sucede a la persona, a este «yo» y mi actitud hacia todo, ¿dónde me libero de mi «yo»?
Hombre es la aspiración de la persona por la propiedad de otorgamiento. Esto implica una transición muy seria: de la negación, a la restricción, a elevarme por encima de mí mismo, y esto incluye una variedad de otras condiciones. Trata de arrojar tu retrato al piso y comenzar a pisotearlo; esto es de lo que te quieres deshacer, alejarte de tu yo presente. Siéntete en esos estados.
Comentario: Pero existe otra actitud, como en una broma: Un hombre sentado en el techo de una casa, rodeado de una inundación; pasa un bote con personas que ofrecen rescatarlo, pero él responde, «No, el Creador me salvará». Un helicóptero vuela sobre él, «te salvaremos», «No», dice él, «El Creador me salvará». Al final, se ahoga.
Respuesta: Esto es un orgullo terrible, «El Creador me salvará». Es decir, la persona no se identifica con el mundo, no entiende que el Creador está en todo: en el bote, en el helicóptero, en todos lados. Ella no conecta esto con el Creador, sino que divide el mundo en varios intermediarios, pensamientos, y fuerzas. Esto sucede debido a la falla en cuanto a sentir al Creador como la unidad.
(102296 – Del Kab.TV «Los secretos del libro eterno» del 4 de Febrero del 2013)
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