El mundo espiritual es un sistema de coordenadas completamente diferente. Además de ser n-dimensional, también es analógico. No hay impulsos donde esto viene después de eso, eso viene después de eso y así sucesivamente, como dicen en Cabalá, “desarrollo de causa y efecto de la creación”.
No podemos absorberlo de otra manera, por lo que los cabalistas nos explican todo precisamente en el modo de impulso y luego se vuelve claro: esto es antes, esto es después y así consecutivamente.
En el mundo Superior, ingresas a un espacio completamente diferente. Allí todo sucede por encima del tiempo, del espacio, del pasado y del futuro, es decir, por encima de los estados donde esto depende de esto y aquello depende de aquello.
En lo espiritual, todo depende de todo, como en un sistema analógico. No hay entrada y salida, en cada punto, todo es entrada y todo es salida. No hay tal ejemplo en nuestro mundo.
Cada vez que la entrada es su renacimiento está asociado con la separación del pasado y el nacimiento en un nivel cualitativo diferente. Esto es lo que la humanidad está a punto de hacer.
¡Me temo que aún no somos capaces de explicarnos claramente a nosotros mismos y más aún a la humanidad, lo que nos espera y cuánto necesitamos hacer esfuerzos sobrehumanos en la unificación y en el avance hacia la integración! Esfuerzos máximos! ¡Cierra los ojos y haz todo por esto! ¡Lánzate por un precipicio a la corriente general cada segundo! De lo contrario, tenemos tiempos muy difíciles por delante.
Como resultado, la humanidad lo logrará de todos modos, pero todavía no veo que de acuerdo con la asistencia mutua entre nosotros y el mundo, la inclusión mutua, el acercamiento y el entendimiento mutuo, nos estamos moviendo hacia esto normalmente.
Espero que superemos nuestro impacto en el mundo hasta el nivel en que podamos convertirlo en una mayor manifestación de bondad.
