Retraso indeseable

Los cuatro tipos de exilio por los que pasó el pueblo judío son idénticos a la fórmula básica de la naturaleza «Yod-Hey-Vav-Hey». Según esta fórmula del desarrollo gradual del deseo, tiene lugar el desarrollo de cualquier fenómeno en la naturaleza.


Además, el primer exilio no se sentía en absoluto como un exilio, igual que la gente en los albores de la existencia de la humanidad no sentía la esclavitud en el orden esclavista. Entonces el deseo era tan pequeño que, si una persona lo satisfacía de alguna manera, esto ya era bueno y la gente estaba de acuerdo con eso.


Luego el deseo se desarrolló cada vez más, se necesitaba más libertad y más incorporación propia a la vida, al desarrollo y a la comunicación, hasta el punto de que la naturaleza nos hiciera estar completamente interconectados de forma integral entre nosotros, pero aún no hemos llegado a esto.


Llegamos tarde respecto a esta fórmula, esta condición de la naturaleza, para desarrollarnos hasta el grado necesario. Como un recién nacido: ¿qué es?, ¿quién es? No se comunica con nadie; no tiene motivos grupales o sociales. Y luego, poco a poco, empieza a sentir que necesita la sociedad, la familia y todo lo demás.


Todo nuestro progreso se basa en el hecho de que poco a poco empezamos a sentirnos en nuestro egoísmo natural exiliados del estado superior, del grado siguiente.


Hay grados de materia inanimada, vegetativa y animada y del «hombre» en la naturaleza. La Cabalá habla de cómo pasamos gradualmente del grado de los animales al grado del hombre. Este es el siguiente grado, pero aún no lo hemos alcanzado. Toda la humanidad está en el nivel animado de desarrollo porque sólo se preocupa de cómo vivir, alimentarse y criar hijos.


Grados del deseo:    La historia del pueblo judío

 

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