Revelación en ocultación

Dr. Michael LaitmanLa Torá, Números 9:15-18: En el día que el Mishkán [Tabernáculo] fue erigido, la nube cubrió el Mishkán, que era una tienda para el Testimonio, y al anochecer estuvo sobre el Mishkán como una aparición de fuego, [que permaneció] hasta la mañana.

Así fue siempre, la nube lo cubrió y hubo una aparición de fuego por la noche; y de acuerdo a la partida de la nube sobre la tienda, y después, los niños de Israel viajaron, y en el lugar donde estaba la nube, allí los hijos de Israel acampaban. A la orden del Señor, los hijos de Israel viajaban, y a la orden del Señor, ellos acampaban. Durante el tiempo que la nube no aparecía sobre el Mishkán, ellos acampaban.

La nube es el atributo del ocultación. Debo constantemente asegurarme que estoy en ocultación con el objetivo de avanzar hacia la meta, hacia el atributo del otorgamiento para que mi ego no vea nada y con ello, obtener el poder de trabajar en él todo el tiempo.

Esto es llamado fé por encima de la razón. Así yo constantemente sigo a la ocultación que me muestra el camino a tomar. Al mismo tiempo, yo no escapo de la nube con el objetivo de acercarme a la Luz, en realidad me oculto de la Luz en la nube.

Hay muchos artículos sobre esto y especialmente en los artículos del Rabash, la mayoría dedicados al asunto de cómo ascender de Lo Lishmá (no en Su nombre) a Lishmá (en Su nombre).

Una persona que quiere alcanzar el fin de la corrección no tiene otra alternativa que, la de constantemente, buscar la nube porque uno puede elevarse sobre sí mismo sólo cuando el Creador está oculto.

Esto parece contradecir el sentido común. Yo oculto mi ego y trabajo por encima de él en aras del atributo de otorgamiento a pesar de mis emociones, mi conocimiento y mi comprensión, a pesar del hecho que el Creador puede serme revelado tan grande e impresionante. ¡Quiero ocultarlo a Él!

Busco la nube en la que no veo nada y no escucho nada del superior. En este caso, yo puedo avanzar con todos los demás (con mi grupo, por ejemplo) y, sólo esa dirección tenemos que elegir sin distinguir el atributo de amor y otorgamiento, que aún no está completo. Cuando tratamos de reconstruirlo, podemos pedir al superior que lo haga por nosotros pero, ¡sin la revelación del Creador!

Por otro lado, la sabiduría de la Cabalá es sobre la revelación del Creador al hombre. En la medida en que podemos estar en la nube que nos cubre, comenzamos a sentir que esta acción tiene lugar dentro de una gran Luz, durante el día. Es a través de la nube que comenzamos a sentir la Luz superior, pero sólo cuando nos ponemos nosotros mismos dentro de ella.

Entonces, cuando alcanzamos el fin de la corrección, la nube de pronto de alguna manera desaparece, y comenzamos a percibir la revelación de la Luz en el atributo de amor y otorgamiento, que quiere decir fuera de nosotros mismos.

Pregunta: En la vida diaria una persona dice, “busco un cielo despejado”, pero usted dice, “busco la nube”. Estos dos enfoques son completamente diferentes.

Respuesta: Esta es la razón por la que la revelación espiritual es llamada La Meguilá (Libro) de Esther (derivado de las palabras “revelación¨ y ¨ocultación” en hebreo}. La Meguilá se refiere a la revelación y Esther se refiere a la ocultación. Aquí es donde el doble atributo, revelación en la  ocultación, son revelados.

Esto sucede todo el tiempo en el trabajo espiritual, y esta es la razón por la que las personas encuentran esto tan difícil de percibir en la sabiduría de la Cabalá, porque de acuerdo con su lógica, piensan que todo es sencillo. De hecho, una persona debe trabajar, y por mucho tiempo, con el fin de entender la lógica del mundo superior que constantemente los elude.

Cuando es invitado a la revelación, debe realmente cerrar sus ojos. Por ello, se dice que, cuando el Creador fue revelado, Moisés no lo miró a Él y, gracias a ello, fue recompensado con la completa revelación del Creador.
[162404]
De Kabtv “Secretos del libro eterno” 04/feb/15

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