Comentario: Si me observo a mí mismo, sobre la base de mis sensaciones, comienzo a entender que algunas transformaciones displacenteras ocurren dentro de mí. Pero, si miro desde algún otro punto, si al principio mi “bestia” estaba sufriendo y yo estaba dispuesto a salvarla, ahora.
Mi Respuesta: Ahora entendemos que tal vez, mientras tanto, esta bestia debe ser paciente y la conduciremos. ¡Empezamos a examinarnos a nosotros mismos a partir de lo externo!
Comentario: Pero al mismo tiempo, me sigo asociando con esta bestia y el intento de encontrar la fuerza para superar esto.
Mi Respuesta: Sí, la relación continúa y este estado no termina hasta la corrección final.
El nivel animal que existe en nosotros, debe ser la base para el grado espiritual. Sobre ella, se lleva a cabo mi ascenso espiritual. Hasta que se haya concluido totalmente, este nivel será mi base.
Por lo tanto, tengo que existir en la sensación de este cuerpo y de este mundo, hasta que contacte internamente y por completo a todas las personas, a tal grado que ya no necesite el nivel de comunicación animal que ahora tengo con ellas. Entonces, desaparecerá este nivel.
Se representa solo en nuestras sensaciones. El mundo es materia que se nos da en forma de sensaciones. Por consiguiente, este grado desaparecerá. Seguimos existiendo solo en el estado espiritual y los estados corporales llegarán a incorporarse en la espiritualidad como sus componentes.
Literalmente, desde el primer grado del ascenso espiritual, por encima de la corporalidad, empezamos a entender que este mundo es imaginario. No existe. Está dentro de nosotros. No existe más allá de nuestras sensaciones.
Tengo esperanza de que la humanidad pronto se de cuenta de esto. La ciencia, la filosofía, la sociología y la psicología, ya están listas para esto. Pienso que pronto, todos comenzarán a entender esto y que esto también ayudará. Lo principal es que empecemos a observarnos de esta manera a nosotros mismos y al mundo y así llegará.
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