El gran cabalista, Baal HaSulam, citó una parábola, en la que un hombre cometió un grave crimen contra el Rey y fué sentenciado a veinte años y exiliado a una isla remota, donde se encontraban otros exiliados.
Una vez ahí, la enfermedad de la amnesia le sobrevino, olvidó que tenía una esposa, hijos, amigos y propiedades; comenzó a pensar que todo el mundo no era nada más que lo que él veía, este lugar distante con personas y pensó que había nacido ahí. Es decir, todo se volvió realidad para él.
La pregunta es, ¿podemos decir que estamos exiliados de esta Tierra?
Respuesta:
De hecho no es el lugar donde nacimos y nos desarrollamos, es decir, somos extraterrestres en esta Tierra; ni siquiera se nos ha dado la oportunidad de saber de dónde y cómo, pero somos extranjeros en esta Tierra.
No nos adaptamos a lo que está aquí, ni en nuestro desarrollo ni en nuestra naturaleza. Existimos de esta forma, porque así es como el Creador lo quiere por ahora.
Pregunta:
¿Por qué no tratamos a esta Tierra, como a una madre?
Respuesta:
No tenemos conexión con ella.
Pregunta:
¿Por qué se nos está castigando?
Respuesta:
No estamos siendo castigados, estamos pasando por una etapa de desarrollo. No hay castigo en esto.
Pregunta:
Entonces, ¿necesitábamos estar aquí para desarrollarnos al punto en el que nuestra conexión llegue al nivel de una fuerza Superior?
Respuesta:
Sí, no creo que lo sintamos aquí, en la vida terrenal, pero nos estamos dirigiendo a eso.
Pregunta:
Uno podría preguntarse, ¿cuál es la verdadera realidad? Tomamos nuestra existencia como verdadera, pero no es verdad, como usted dice. ¿Cierto?
Respuesta:
Correcto.
Pregunta:
¿Cuál es la verdadera realidad?
Respuesta:
La verdadera realidad es en la que podemos abandonar nuestras ideas acostumbradas sobre la naturaleza, sobre nosotros mismos y el Creador y darnos cuenta de nuestra naturaleza cósmica.
Pregunta:
Pero, ¿cómo es?
Respuesta:
Totalmente no terrenal y no tiene nada qué ver con nuestro cuerpo, nuestros pensamientos ni nada de eso. Nos tenemos que sobreponer a todo esto, el mundo real está más allá, afuera, en algún otro lugar.
Pregunta:
¿Por sobre cualquier sensación, sobre cualquier cosa?
Respuesta:
¡Por encima de todo! Es lo que más tarde comprenderemos desde nuestras sensaciones completamente nuevas.
Pregunta:
Y esto, en principio, ¿no se le puede describir a la persona? No es posible. Solo quien lo ha entendido, puede sentir la realidad verdadera.
Respuesta:
Sí.
Pregunta:
Por favor, díganos, ¿qué es lo que sigue siendo necesario para que seamos devueltos de aquí para allá?
Respuesta:
Solo nos tenemos que unir.
Pregunta:
A como lo entiendo, la humanidad hoy necesita despertar cada vez más porque este sueño se está volviendo más y más terrible. Casi todos tienen una fuerte sensación de que algo ha cambiado, ¿Es esta la búsqueda por la verdad o es solo un escape del sufrimiento?
Respuesta:
Ni siquiera es un escape del sufrimiento.
Pregunta:
¿Qué es? ¿Es que la persona simplemente mira hacia dónde se siente bien?
Respuesta:
La persona está buscando algo a lo qué adherirse. De otra forma, cada segundo se prolonga más y hace que no tenga sentido; es difícil para el individuo, solo eso.
Pregunta:
¿Nada más? ¿No hay pensamientos más elevados?
Respuesta:
¡No! Nada y en ningún lado.
Pregunta:
¿Se nos llevará tarde o temprano al entendimiento que debemos tener – como usted dice – para dar todos estos pasos hacia la eternidad, hacia la verdad, hacia nuestra patria?
Respuesta:
Ahí llegaremos. Yo tengo la esperanza en que de alguna forma, con este ruido terrible que retumba, seremos despertados y veamos el cielo estallar. ¿Qué pasará con nosotros? Es entonces cuando empezaremos a pensar.
Pregunta:
¿Entonces, toda la tarea es llegar al cuestionamiento, de una forma u otra?
Respuesta:
Sí.
Pregunta:
¿Todavía no hemos llegado a este cuestionamiento?
Respuesta:
¡No! Vayamos a la pregunta egoísta: “¿Qué pasará con nosotros?” y al menos nos acercaremos. Después, estas ruedas comenzarán gradualmente a moverse.