Toma mi mano

thumbs_Laitman_186Baal HaSulam, «Introducción al Libro del Zóhar»: Sin embargo, antes de ser recompensado con el cambio del deseo de recibir en nosotros por medio de la Torá y los mandamientos, para convertirlo en recepción con el fin de otorgar, existen fuertes cerraduras en estas puertas hacia el Creador, por lo tanto ellas tienen el rol opuesto: alejarnos del Creador. Es por esto que las fuerzas de separación son llamadas «cerraduras», ya que bloquean las puertas de acercamiento y nos alejan del Creador.

Pero si nosotros las superamos para que no nos afecten, enfriando Su amor de nuestros corazones, las cerraduras se transforman en puertas, la oscuridad se hace luz y lo amargo se vuelve dulce. En todas las cerraduras, recibimos un grado especial en Su Providencia, y estas se convierten en aberturas, en grados de alcance del Creador.

Sólo debemos ver las fuerzas que operan en nosotros en cada momento de nuestras vidas. No importa cómo estas operen puesto que todas están destinadas a empujarnos hacia el Creador, a que descubramos y nos adhiramos a Él.

Si la persona trabaja junto con estas fuerzas y cuida de sus necesidades físicas, sólo en la medida necesaria para la existencia de su cuerpo animado, dedicando todo lo demás a las necesidades de su alma, entonces al tratar de aclarar estar fuerzas y criticarlas, descubre que no hay ninguna coincidencia en este mundo y que todo ocurre sólo para que ella se adhiera más fuertemente al Creador.

Ella alcanza un estado en el que no se encuentra enfrentando las fuerzas que la separan el Creador, quien está al otro lado, sino en el estado en que escucha una invitación del Creador: «¡Ve al Faraón!» Es decir que la persona y el Creador permanecen juntos de lado a lado, dando juntos un paso adelante contra el Faraón, mientras que estas fuerzas dan un paso en contra de ellos. El Creador le dice a la persona: «¡Toma mi mano y vayamos juntos!»

Este es un punto muy importante que la persona tiene que aclarar en su vida, así como clarifica dónde se encuentra con respecto al Creador y con respecto a los obstáculos. ¿Están ella y el Creador a los dos lados de los obstáculos, y si es así, los obstáculos separan a la persona del Creador? O ¿la persona se anula a sí misma y se adhiera al Creador, y entonces se encuentra ella misma en Sus brazos, o tomando Su mano, cómo un niño junto a un adulto, y entonces ambos enfrentan los obstáculos, como se nos dice: «Ven a Faraón»?

Entonces el trabajo cambia ya que ella se aferra a las fuerzas que vienen con el fin de fortalecer la adhesión entre ellos, de conectar a la persona con el Creador. Es como un perro que le ladra a un niño, lo cual obliga al niño a adherirse a su madre o padre por miedo. Es decir, si la persona está del mismo lado del Creador, quien lo invita a ir juntos al Faraón, entonces estas fuerzas inmediatamente se sienten como ayuda. Entonces el Faraón opera con el fin de acercarlos, y esta es toda la diferencia.

(106257 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 4/29/13)

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