Intenta disfrutar tus intentos de acercarte al Creador, prueba esto y aquello. El Creador nos ve como bebés y, como nosotros, Se conmueve con lo que hace el bebé. No importa que el bebé se caiga, rompa algo o se ensucie; así se desarrolla el bebé.
El Creador no nos exige acciones correctas, sólo las que nos acercan a Él a través de nuestros amigos de manera simple e ingenua. Eso es todo. Así Le damos el mayor placer.
Si lo hacemos con el deseo de alegrar al Creador, nosotros mismos nos regocijaremos. Y si sentimos alegría por nuestras acciones, podemos estar seguros de que el Creador también se regocija. Más adelante, cuando comencemos a sentirlo, veremos que el Creador siente todo lo que experimentamos.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 7/abr/20, «Creciendo más: una llamada para acercarnos»
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