Una nueva vida donde la verdad es dulce

Dr. Miçhael LaitmanPregunta: ¿Si tuviéramos que aclarar las cosas de acuerdo a verdad o mentira, en vez de amargo y dulce, descubriríamos que todo lo amargo es realmente verdad?

Respuesta: En los niveles de la naturaleza inanimada, vegetativa y animada, lo dulce es verdad y lo amargo es mentira. Las personas siempre aclaran este punto. Podemos verlo especialmente en los niños pequeños y cuando ellos crecen, esto se vuelve más oculto. La mentira empaña las aclaraciones y éstas ya no parecen tan prominentes.

Resulta que yo puedo esforzarme y parecer un verdadero guerrero que se dedica a una idea abstracta, pero todo esto es mentira. Esta idea abstracta, esta causa sublime, simplemente me parece muy dulce y de esta manera yo estoy dispuesto a hacer todo lo posible para alcanzarla. Todas nuestras aclaraciones están dirigidas sólo a la consecución de lo dulce. En realidad nosotros no estamos dispuestos a mover un dedo hasta que la Luz superior nos permita hacer aquello a lo que llamamos «fe por encima de la razón», la fuerza de otorgamiento.

Hasta entonces no hay manera de que podamos hacer algo, si no vemos ningún beneficio para nuestro deseo de recibir en aras de lo dulce. Yo puedo cambiar uno de los beneficios por otro, gracias a la comprensión, al reconocimiento, a la envidia, a la pasión, al respeto, a la influencia del entorno, a la actitud popular, y al temor a lo que pueda decirse sobre mí y dependiendo de que mis amigos me justifiquen.

Todo esto afecta mi comportamiento, pero sólo porque a mis valores cambian y lo que antes parecía amargo, ya no lo es. Esto se debe a que ahora sé que si uso esta cosa amarga, seré recompensado con el apoyo de mi entorno, de esta manera ya no parece tan amargo, más bien se siente muy dulce.

Lo dulce yo lo siento del entorno que me dice cuán grande soy, que soy un héroe, y al hecho de que todos quieran ser amigos míos, ahora se añaden al sabor amargo que he sentido. Resulta que yo siento lo dulce en un nivel de sabor totalmente diferente. Pero aun así es dulce, así que vale la pena hacer un esfuerzo, entonces yo cambio.

Me parece que yo atravieso algunos cambios y correcciones y que asciendo, pero todo esto ocurre dentro de mi deseo de recibir y nada cambia realmente. El cambio verdadero sólo puede llevarse a cabo por medio de la Luz que Reforma. Cuando la persona recibe, ella siente qué significa esto realmente.

Por lo tanto se nos dice: «Prueben [saboreen] y vean cuán bueno es el Señor». Sin sabor, nosotros no vemos nada.  Ustedes creen que están cambiando, pero de hecho, los cambios son sólo a nivel de este mundo. Pueden volverse más «humanos» y preocuparse menos por su cuerpo físico, pero todo esto es gracias a su deseo de disfrutar, que es simplemente más complejo, profundo y egoísta, en los niveles más refinados y encubiertos del ego.

Todo es sencillo para un niño pequeño. Si algo es dulce, lo quiere, y si es amargo, no lo quiere. Sin embargo, un adulto puede hacerle frente al sabor amargo, y si la sociedad lo justifica y valora, él siente lo amargo como si fuera dulce. Entonces él ya piensa que es grande y especial y que ya ha corregido su sentido del gusto, pero de hecho, sigue siendo el mismo niño egoísta, solo que más astuto y corrupto.

Así es como transcurre nuestra vida, hasta que finalmente llegamos al reconocimiento del mal. Gracias a todos estos cambios, nosotros convertimos los sabores que son amargos para un bebé en dulces para un adulto, pero estos no contribuyen en nada. Nosotros no alcanzamos la realización de nuestro deseo de esta manera.

Por el contrario, llegamos a un punto en que el deseo está completamente vacío y no tenemos ningún medio para cambiarnos a nosotros mismos a fin de sentir un cierto placer. Así, la humanidad finalmente alcanza una barrera, un punto crítico, en el que tiene que decidir que necesita la Fuerza superior que cambiará nuestra realidad y que nos cambiará a nosotros.

Esto significa que necesitamos la Luz que Reforma, pero las personas no saben que ésta existe, así que nosotros tenemos que explicarles que es posible cambiar esta realidad y avanzar juntos por medio de la nueva conciencia que nos permite alcanzar lo dulce en vez de lo amargo a través de la conexión entre las personas. Allí, en esta conexión nosotros sentimos una nueva vida.

(114583 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 13 de Agosto del 2013, Escritos de Baal HaSulam)

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