Está escrito: «Un campo que el Señor ha bendecido». Toda nuestra vida es como un campo a lo largo del cual un hombre camina y recoge todo de él que parece útil para su vida. Pero si quiere que su estado sea como un campo bendecido por el Creador, entonces debe tratar su vida como un regalo dado a él desde arriba.
El Creador está dentro de este campo de vida y permite al hombre recibir de él todo lo necesario para cultivar una cosecha en este campo y disfrutar de los frutos cultivados con la bendición del Creador. Y entonces resulta que su campo es realmente un campo bendecido por el Creador.
El campo es el poder superior del Creador revestido en el mundo. Y en este campo pueden crecer buenos frutos, así como también pueden crecer malas hierbas dañinas. Todo depende del hombre y de cómo acepta todo esto, es decir, de lo que quiere cultivar en este campo.
El Creador ha preparado un campo, tierra y semillas para el hombre; lo único que falta es el trabajo del hombre. Y depende de la actitud del hombre hacia este campo de su vida: si quiere que frutos buenos y correctos crezcan en este campo o si es indiferente y no lo piensa en absoluto.
Por lo tanto, si una persona trata su vida como un campo bendecido por el Creador, entonces debe conectarse con el Creador y hacer todo esfuerzo para que todo lo que se necesita crezca en este campo.
APRENDER MÁS El camino que atraviesa un campo de maravillas
