El Creador trae a una persona a un lugar específico y le dice, “Tómalo”. La persona tiene que aceptar este lugar y verificar: Qué clase de personas se encuentran allí, cuál es su meta, y cuál son las fuentes de las que estudian. Esta verificación se lleva a cabo con la mente y el sentimiento, de acuerdo a las nociones y conceptos de la persona.
La persona verifica todo esto “cuando llega” y luego tiene que tomar una decisión: ¿Se quedará allí o no? Si no toma esta decisión firmemente no puede efectuar más acciones y no puede avanzar.
Estamos hablando acerca del circulo interior que la Cabalá llama: “las 600,000 almas”, lo cual es el núcleo. Una persona debe claramente sentir que ha aceptado e ingresado en el ambiente espiritual. Es debido a esto que los grupos cabalísticos siempre tienen un acuerdo, un estatuto, y una lista de amigos que han decidido ingresar en el grupo y que han sido aceptados por el grupo.
¿Qué significa que “se ha vuelto parte del entorno”? La corrección del alma requiere de una total dedicación. Está escrito, “Una persona venderá el techo de su casa”. En otras palabras, con el propósito de la espiritualidad, la persona “vende” todo lo que tiene en la vida salvo lo que es de necesidad vital. Sin importar que tanto crezca su entendimiento, siempre intenta ir más allá por encima de todo.
Llega a un acuerdo con los amigos, prometiendo apoyarlos y fortalecerlos con toda su voluntad y estar junto a ellos para que la unidad común le permita a la persona elevarse. Todas las fuerzas para ascender pueden sólo recibirse de la unificación con el grupo en donde la persona halla la Luz.
Entre más rápido la persona tome la decisión más rápidamente avanzará y viceversa: al estar indeciso y no tomar una decisión se detiene en un solo lugar. La decisión se toma una sola vez y luego de esto la persona la tiene que llevar a cabo.
(24670 – De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 24 de octubre 2010 – Los escritos de Rabash.)