¿Quién se encuentra al otro lado de la imagen?

Una vez que todo  ha sido dicho y se ha hecho, el resultado que obtenemos del estudio de la ciencia de la Cabalá proviene de la Luz que Reforma. Me influye,  al dilucidarme todo la imagen de la realidad y como resultado, percibo el mundo espiritual como un cuadro que se presenta ante mi deseo.

Mis deseos son el medio para las sensaciones, y con el fin de armonizar a una persona con la Luz que Reforma, estudiamos El Libro del Zohar. Durante el estudio busco la manera de ver al Otorgante a través de la imagen que suscita dentro de mí. Necesito aspirar a sentir a Aquel que actúa desde dentro y crea la imagen que observo. Esta imagen se ubica entre el Creador y yo como una mesa llena de bebidas refrescantes. ¿Pero, quién se encuentra frente a mí?  ¿Quién es Aquel que crea esta imagen para mí?

Por consiguiente, todo lo que existe, todo este mundo y todo lo que imagino al leer El Libro del Zohar, se convierte en un medio para revelar la Fuente. En ese caso, estoy listo para “estudiar la Torá”.

Le pido a la Luz que Reforma, ¿pero, por qué? Es con el propósito de revelar la Fuente, al Creador, tal como está escrito, “El propósito de la ciencia de la Cabalá es revelar al Creador a las criaturas en este mundo”.

Cuando leemos el Talmud Eser Sefirot, también nos esforzamos por revelar al Creador, como cuando estudiamos el Zohar. Leemos acerca de lo mismo, pero en un lenguaje técnico en lugar de uno literario. Además, no lo leemos a través del corazón, sino a través de la mente. Sin embargo, lo hacemos con la misma intención, que es la revelación del Creador.

(21566 – De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 20 de septiembre 2010 sobre el Zohar.)

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