Pregunta: Usted dijo que cuando leemos El Zohar debemos intentar reconocer la fuerza que se encuentra detrás de la narración. ¿Es correcto imaginar que alguna fuerza me está hablando en un lenguaje que no entiendo y que intento comprender como un niño que escucha a los adultos hablarle y aprende su idioma de esta forma?
Respuesta: No, eso no es correcto. A través de mi mente corporal y mis sensaciones, nunca podré reconocer la imagen detrás de la cual se encuentra el Creador. Mi única tarea durante los estudios es despertar una influencia especial llamada “la Luz que Reforma”, que entonces construirá una nueva cualidad en mi, permitiéndome sentir la imagen de un mundo diferente.
Ahora mismo, carezco de la cualidad que necesito para ver al Creador a través del texto del Zohar. Este atributo se tiene que ir formando dentro de mí gradualmente, como resultado de mis esfuerzos. La Luz me influye y construye un sentido interno adicional: el atributo de otorgamiento. Entonces empiezo a sentir al Creador a través de este sentido. Ningún otro esfuerzo o metas me ayudarán durante el estudio de los libros “sagrados” (es decir los libros acerca del Mundo Superior y del Creador). Por lo tanto, todos mis esfuerzos deben estar dirigidos sólo al despertar de la Luz Circundante.
El Creador sólo puede revelarse si yo soy semejante a Él, con las mismas cualidades. Él es completamente otorgante, mientras que yo no tengo el atributo de otorgamiento, que es ese sentido a través del cual lo revelo. Puedo adquirir este sentido sólo a través de la influencia de la Luz oculta que reforma, pues la Luz es la que crea el atributo de otorgamiento en mí. Entonces reconoceré al Creador.
Por lo tanto, al leer El Libro del Zohar, cada uno de nosotros debe despertar la Luz que lo influye.
(21561 – De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 20 de septiembre 2010 sobre El Zohar.)
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