A partir de un punto hasta el Creador

El Zóhar nos habla de las maneras en que nos conectamos, la cual crea la vasija de percepción. Mediante nuestra conexión en diferentes maneras, descubrimos al Creador. El Creador no tiene forma ni imagen. Su forma es la amplitud y el modo de nuestra conexión. Si nos conectamos, adquirimos el atributo del Creador.

Al principio el Creador fue revelado en el punto de partida de la creación-Maljut de Ein Sof (Infinito). No había conexión ahí sino sólo un punto, un deseo. Entonces este deseo se desarrolló bajo la influencia de la Luz y recibió todos sus atributos. Pero aún era uno, hasta que lo opuesto de la Luz en toda su oposición apareció en este.

Al conectarnos, descubrimos las formas de la Luz, las formas del Creador. Por lo tanto, estar conectado también significa estar adherido al Creador con el atributo de amor y otorgamiento.

La forma en que nos conectamos es la forma del Creador que descubrimos. La intensidad de nuestra conexión está en el nivel en el cual descubrimos al Creador. El Creador es revelado en la conexión entre nosotros.

El deseo permanece como el mismo deseo que fue creado al principio, como un deseo específico. La Luz se dispersa en muchos deseos separados. Al conectarlos descubrimos la Luz 620 veces más fuerte en cualidad que antes: descubrimos el pensamiento, la mente, el pensamiento de la creación.
(78698 De la segunda parte de la Lección diaria de Cabalá 23/5/12, El Zóhar)

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