Nosotros nos conectamos a fin de ser garantes unos de otros, pero díganme: ¿Cuánto dinero tienen en su cuenta de banco que haga que ustedes quieran ser mis garantes? ¿Saben qué deudas tengo, qué problemas? Nadie sabe que puede pasarme mañana, y ustedes deberán cubrirlo. ¿Cuántos millones tienen para poder darme todo aquello de lo cual carezco?
Ustedes son garantes, solo en el hecho de que construyen tal relación hacia mí, en la que están preocupados de que nada me falte, de abrirse hacia mí, pero no físicamente.
Físicamente, ninguno de nosotros es capaz de hacer algo. Incluso con todos los bancos americanos respaldándolos, un ejército armado hasta los dientes, y una multitud de abogados a su disposición, aun así no serán capaces de ser mis garantes en nada. Entonces, ¿cómo podemos comprometernos a ser garantes unos de otros?
Esto no es garantía de nada más, excepto de que ustedes abren el camino hacia la Luz. Ustedes neutralizan mi ego, y la Luz entra y cambia mi actitud hacia la vida. Yo soy transformado en una nueva persona. Ustedes no necesitan mostrarme que tienen algún conocimiento o habilidad, ninguna cubierta corporal para mis problemas o deficiencias. Solo necesitan abrir la puerta hacia la Luz, y de repente yo dejo de preocuparme por mi mismo.
Lo que se necesita de ustedes, es solo que traten de relacionarse conmigo por encima de su ego, y todo el resto lo hará la Luz. El Creador terminará este trabajo por mí, pero ustedes deben comenzarlo. Si están cargando una bolsa pesada en su espalda y la bolsa está a punto de caer de sus hombros, entonces obtendrán ayuda para cargarla. Sin embargo, si la bolsa no es pesada y no se está cayendo y solo están llorando porque es difícil para ustedes, entonces no esperen ayuda.
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De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/1/13, Shamati # 38 «El temor de Dios es su tesoro»