No tengan miedo de recibir placer

Dr.MichaellaitmanPregunta: En el ejemplo con el «Anfitrión y el invitado», el Anfitrión le ofrece delicias al huésped y él se niega a tomarlas. Él hace una restricción sobre su deseo de recibir. Más tarde, después de que el huésped experimenta el placer, éste se vuelve dependiente de él. ¿Cómo podemos evitar depender de los placeres?

Respuesta: Se trata de obtener placer en el mundo de Nikudim, en el mundo en el que hubo una ruptura del estado.

Digamos que ustedes me dieron algo muy sabroso y dulce. Yo sé qué es, así que hago una restricción con respecto a esta delicia y construyo una intención en ella. Es como si «en retorno se las pagara». Yo rechacé muchas veces sus delicias y les expliqué que no me sentía cómodo aceptando sus platos, que no tenía hambre. Comienzan a persuadirme con más fuerza diciendo que ustedes hornearon esta torta especialmente para mí y que si yo no lo pruebo, se molestarán.

Ahora ustedes son quienes están pidiéndome que les haga un favor. Cuando se trata hacerles un favor en vez de recibir placer para mi propio bien, yo «me rindo» y como un pedazo de torta. Realmente creo que lo hago por ustedes. Yo les demuestro cuán complacido estoy, para que no tengan ninguna duda de que mientras yo estoy disfrutando de su torta, lo hago para complacerlos.

De repente yo siento un deleite que es mil veces más grande de lo que esperaba de este pedazo de la torta, algo increíble, más allá de mis Kelim, vasijas, más allá de mis capacidades. Yo ya no los veo a ustedes detrás de ella. Todo lo que siento es un placer enorme.

En este punto, no se trata de una simple relación a nivel de «dar y recibir» (nivel 1), sino que se trata de la relación entre el Creador y la persona en el nivel de la intención (nivel 2).

 laitman.

Cuando yo igualo con el Creador en mis intenciones (igual) y empiezo a darle a Él, comienzo a sentirlo a Él y a ascender hasta Su nivel. Este estado está por encima de todo el placer o el sufrimiento. ¡Está más allá de cualquier cosa! Es una sensación del pensamiento de la creación antes de que fuera creado.

Resulta que hay un gran placer inherente a esta experiencia que yo no esperaba y que simplemente no puedo resistir. Ahora, tendré que pagar de alguna manera por este pedazo de torta.

Esto es llamado mi ruptura. Todas mis intenciones de otorgarles a ustedes en vez de complacerme yo mismo, todos mis planes para evitar ser un invitado, desaparecen. Solo me vuelvo esclavo del placer que me llena.

De ese punto en adelante, un nuevo tipo de placer que recibimos de sentir al Creador construye el sistema de mundos: Atzilut, Beria, Yetzira, Assiya.

Como resultado, cuando empezamos a auto corrección dentro de este sistema de mundos, nos volvemos iguales al Creador, porque nuestra corrección incluye el deleite que no viene de la Luz en sí, sino de nuestro sentido de la igualdad con Él en el nivel de «Adam, Hombre».

El hecho es que el nivel en el que solíamos existir y construir nuestras relaciones con los demás con estos cálculos («tú me das y yo te doy»), como un invitado cortés con un anfitrión, son simplemente placeres animados en el nivel animado. El rechazar algo, porque no sintamos que esté bien tomar o porque estemos avergonzados de aceptarlo, así como la amable insistencia del anfitrión, son las relaciones humanas ordinarias. Están asociadas con nuestro nivel actual y no hay nada «elevado» de ellas. No hay otorgamiento en ellas en absoluto.

Ustedes simplemente quieren complacerme porque se preocupan por mí. Yo quiero devolverle mi placer a usted porque no quiero sentir que soy la parte receptora. Tengo mi orgullo y vergüenza y no puedo darme el lujo de aceptar sus delicias. Tengo que rechazarlas.

Un anfitrión que conozca y entienda la psicología humana, actúa de tal manera que no sólo me persuada a aceptar sus delicias, sino a sentirme feliz de que, al hacerlo, le hago un favor. Pero todo esto está en el marco de las interacciones humanas normales. En el segundo nivel, nosotros creamos una nueva relación, no entre dos personas, sino entre el Creador y yo, en la que yo tengo que igualarlos a ustedes mismos con el placer que recibo de Él.

Tan pronto como pueda fusionarme con el Creador, yo recibo placeres que no existen en este mundo, ni están presentes en la Luz que nos ha creado, ya que estos placeres se derivan del nivel del Creador y de la comprensión de que somos similares a Él. Así que aquí ocurre la ruptura, la estructura de un nuevo sistema. Sólo ascender de abajo hacia arriba podemos crear deseos e intenciones que nos hacen realmente similares a Él. Entonces, todas nuestras turbaciones y vergüenza se convierten en gloria y deleite.

Pregunta: ¿Podemos volvernos dependiente de los placeres de este nivel?

Respuesta: Esto es imposible. El sistema está construido de tal forma que durante el ascenso no podemos destruirlo. Está hecho de manera que mientras no estemos preparados para recibir correctamente los placeres, no se nos revelará.

El placer proviene de una sensación de comprensión y realización, de la sensación de eternidad y perfección, de todo lo que revelan, todo aquello en lo cual ustedes ya existen.

Tienen que estar preparados para ello. Toda la escalera de abajo hacia arriba se construye de acuerdo a las tres líneas que nos guían. Es por eso que todo el sistema está hecho para que nos prepare para alcanzar este estado.
(116152)
De la Convención en Estocolmo «Alegría en Unidad», día uno, del 8/30/13, Lección 2

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