Anatomía espiritual

yyyLa Torá «Levítico» (Tazria-Metzora), 14:10, 14:14 – 14:17: Y en el octavo día, él tomará dos corderos [machos] sin tacha…

Y el sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha del que ha de ser limpiado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.

Y el sacerdote tomará del cuartillo de aceite, y lo echará sobre la palma de su mano izquierda.

Y el sacerdote mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y lo esparcirá ante HaShem con su dedo.

Y el resto del aceite que tiene en su mano, lo pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha y de su pie derecho, encima la sangre de la ofrenda por la culpa.

Este pasaje habla acerca de los diversos tipos de corrección. El sacerdote (Cohen) es la cualidad más elevada de Bina. La sangre (dam) de la palabra «domem» (inanimado) es la más baja propiedad de un hombre.

Las manos, los pies, los dedos y las orejas significan las cualidades con las que se supone que uno funciona. Por ejemplo, una oreja significa la propiedad de Bina en un hombre. Los dedos de manos y pies simbolizan las diez Sefirot de Keter. El brazo y la pierna derecha son el nivel de Jesed.

En otras palabras, nosotros llegamos a un estado en el que la Luz superior llamada Cohen comienza corregir aparentemente las propiedades obvias en la persona. El pulgar de la mano derecha simboliza Keter de Jesed. El dedo gordo del pie derecho denota Keter de Maljut.

Ungir la punta de las orejas izquierda y derecha indica la corrección que se hace con la ayuda de la sangre y el aceite, puesto que la sangre significa «domem» (inanimado), mientras que el «aceite» significa Bina. En términos generales, el aceite simboliza la Luz que viene de la Sefirá Jojma. Así es como sucede corrección.

En este mundo, hay dos conceptos: escuchar y oír. A veces decimos: «Usted no me oye». ¿Qué significa oír? Esto significa que hay una propiedad en el hombre, pero no existe ninguna implementación de esta propiedad. Escuchar y oír son dos cosas diferentes. Uno puede escuchar los sonidos, pero con el fin de oírlos, tiene que activar el aparato interno de uno.

Es por eso que cuando se activa el aparato de interno que tiene la propiedad del aceite en el nivel de Jojma (la oreja derecha), esta propiedad comienza a percibir, a sentir y a alcanzar el nivel en el que lo se coloca. En este caso, uno comienza realizar y a aceptar el nivel en el que uno está. Este es el punto donde se lleva a cabo la corrección de uno.

Las manos representan las vasijas de recepción, mientras que los pies son las herramientas a través de las cuales damos de lo que ha sido rechazado. La cabeza es el punto de entrada de todo lo que entra en nuestro sistema y los pies son el lugar a través del cual todo sale. Este proceso se denomina circulación.

Por lo general, un sistema inferior que se origina desde los pies de las diez Sefirot de Maljut del nivel inferior tiene que crecer hasta Keter del Partzuf inferior. Esta situación debe corregirse, aunque en realidad no hay nada que corregir dado que Sefirot restantes serán alteradas automáticamente por esta acción.

Muchas religiones tienen un ritual de ablución de los pies. Esto significa que cuando la persona se corrige, por debajo de ella surgirá de inmediato la Partzuf inferior siguiente, el sistema inferior constituido por las diez Sefirot llamado diez dedos de los pies.

Los pies se paran en el suelo, es decir, están posicionados en el deseo general. En este momento, tiene que formase un objeto viable que pueda ser corregido luego y que esté hecho del deseo general, es decir, hay una necesidad de formar algo concreto que requiera corrección. Entonces, con el fin de autocorregirse, los pies tienen que estar limpios.

Pregunta: ¿Por qué siempre hay algo entre el suelo y los pies, por ejemplo, los zapatos?

Respuesta: Hay una regla que uno nunca debe sentarse en el suelo. Uno tiene que poner algo en el suelo antes de sentarse sobre él. No importa si se trata de una hoja de papel o de algún otro objeto.

El suelo simboliza un deseo completamente no corregido, no examinado que es una mezcla del bien y el mal. Con el fin de comenzar a analizarlo, uno tiene que permanecer por fuera de este deseo, flotar por encima de él. Es por eso que no está permitido sentarse en el suelo y sin una capa intermedia situada entre la persona y el suelo, siempre tiene que haber allí una capa de ropa o algo más.

Pregunta: ¿Explica esta regla el por qué con el fin de recibir los cultivos de la tierra primero debemos arar?

Respuesta: No, se trata de un esquema totalmente diferente. El suelo debe revolcarse para poder sembrarla. Si no se ara la tierra, no se liberan las fuerzas que hacen crecer el grano.

(141664 – Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 2/25/14)

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