Antes de tomar una decisión

Dr. Michael LaitmanLa Torá, «Éxodo (Ki Tissa)«, 32:9-32:10: Y el Señor dijo a Moisés: «¡Yo he visto a este pueblo, y observa! Son un pueblo de dura cerviz. Ahora Me dejarán solo, y Mi furia se encenderá contra ellos, de tal manera que Yo los aniquilaré, y haré de ti una gran nación».

Esto se refiere al hecho de que Moisés en realidad ascendió a la altura del Creador, pero, a fin de colocarlo a un nivel de plena equivalencia de forma con Él, el Creador desea convertirlo a él en una nación, es decir añadirle tales deseos que formen en él la imagen de Adam (un ser humano) que se asemeje al Creador, que esté en adhesión con Él.

Al mismo tiempo, se conserva el resto de la creación, lo cual significa que ésta permanece en el nivel de la naturaleza inanimada, vegetativa, y animada, mientras que el nivel hablante de la naturaleza, que se cumple en el nivel de Moisés, asciende.

¿Por qué le objeta Moisés al Creador y le suplica que no destruya al pueblo? ¿Acaso no aprecia sus propios atributos que son semejantes a los del Creador? ¿No prefieren el estado de adhesión con Él? Él está a punto de experimentar correcciones, el cambio hacia los nuevos valores, a descender a Egipto, a la impureza, al ego que es totalmente opuesto a sus propios atributos. ¿Qué lo atrae hacia allí? Él descubre la eternidad.

Aquí es revela el hecho de que su amor por el Creador sólo puede darse a través del amor a los demás. Es imposible expresarlo de alguna otra manera. El Creador pone a prueba a Moisés, diciéndole: «Si Yo hago de ti una nación, tú recibirás todo en el estado de pequeñez. Puedes descubrir tu gran potencial sólo si aceptas asumir este trabajo duro. Toma todos los deseos egoístas, corrígelos, purificarlos, y elevarlos hacia Mí. ¡Elige!»
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Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 9/9/13

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