Cabeza y cuerpo, pensamiento y acción

El Partzuf espiritual consta de una cabeza (Rosh) y un cuerpo (Guf). El Guf pone en práctica las decisiones del «Rosh«. La parte que tiende a obtener similitud con la fuerza superior demuestra su intención, poder, necesidad e implementa sus propias decisiones es llamada «cabeza».

Inicialmente el Creador hizo solo un deseo, el deseo de recibir. No tenía ni una cabeza ni un cuerpo. Bajo la influencia de la Luz, el deseo se reconstruyo a sí mismo; trascendió por las cuatro etapas y llego a un punto donde comenzó a entender que necesitaba ser similar con la fuerza superior y a adquirir la propiedad de otorgamiento.

El sistema que emerge y construye en este como resultado de esta decisión es llamado «cabeza» (Rosh).

Este proceso tuvo lugar dentro de un deseo; es considerado la cabeza solo bajo la condición de que sus partes estén conectadas al nivel de pensamiento, intención y con el reconocimiento de la importancia de tal conexión. Los mismos deseos que están activados por tales intenciones son llamadas cuerpo. Existe una parte del cuerpo que es capaz de ejecutar las decisiones de la cabeza; esta es la parte interna, Toj. También existe una parte que no es capaz de hacerlo, el Sof.

La división en cabeza y cuerpo (Rosh y Guf) toma lugar dentro del mismo deseo. En nuestro cuerpo físico, se manifiesta por el hecho de que la cabeza está ubicada por encima del cuerpo. Esta posición refleja un proceso espiritual: Primero, la cabeza toma una decisión y después esta comienza a ser implementada por medio del cuerpo.

Todo sucede dentro de un deseo, pero las conexiones entre los deseos que son de una naturaleza más sofisticada (como pensamientos, intenciones y aclaraciones) son evaluadas por la cabeza. Un grosor sustancial (el cual es llamado Aviut) se adhiere a la red que llamamos la cabeza, a todas estos enlaces y cables que son responsables de los cálculos y aclaraciones; y en conjunto todo esto es llamado, un cuerpo.

Antes, el deseo solía ser solo un cuerpo. Sin embargo, justo después de la primera restricción (Tzimtzum Alef) decidió que quería reconstruirse a sí mismo otra vez; por esto necesita una cabeza. El cuerpo de restringió a sí mismo por qué no pudo estar de acuerdo en sentirse como opuesto al Creador; en este tiempo, escogió obtener una nueva cabeza.

Los pensamientos, aspiraciones, intenciones y planes que llevan el deseo hacia la Luz son llamados la cabeza. En este punto, comienza a recibir el poder de la Luz por el bien del otorgamiento y así se vuelve similar a la Luz.

Si miramos la escalera espiritual, veremos solo cabezas. Los cuerpos están adentro. Vemos solo las cabezas de los Partzufim, una debajo de la otra. ¡Los cuerpos son necesarios solo para implementar decisiones tomadas por la cabeza y también para dar nacimiento a otra cabeza!

(67046 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 16 de Enero del 2012, «Estudio de las Diez Sefirot»)

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