Cada día una oportunidad

Cada día tenemos oportunidad de acercarnos unos a otros, es decir, al centro interno, emocional y espiritual de nuestra unidad, a pesar de la diferencia de opiniones y hábitos que pudieran parecer extraños. Sin embargo, sabemos que vemos a través de los ojos de nuestro ego, por lo tanto, nada lo vemos bien. Lo único que nos queda es tener fe en los sabios, en los cabalistas y estar agradecidos por la oportunidad de superarnos.

Así podrás verificar lo que has avanzado o si ya dejaste el camino que conduce al objetivo de la creación, a la fe por encima de la razón, ya sea que confíes en la base espiritual o que caigas en tu egoísmo. El Creador nos da oportunidad de avanzar a cada segundo; sólo tenemos que aceptarla correctamente y corregir nuestras propiedades para ver el mundo verdadero en lugar del mundo del engaño egoísta.1

Date como regalo a tus amigos

Podemos crear el Kli espiritual acercándonos a los amigos. Podemos acercarnos sólo si nos auto-anulamos, si aceptamos todo, aunque no estemos de acuerdo con ellos. Este trabajo consiste en incluirme en el grupo, inclinarme hacia él en lugar de arrastrarlo a mi punto de vista.

Si realmente quiero acercarme al centro del grupo, donde el Creador se esconde de mí, tengo que buscar dificultades y problemas para superarlos y conectarme con mis amigos. Mi regalo al grupo es mi participación sincera en fe por encima de la razón.

A pesar de no estar de acuerdo, me uno a mis amigos. Veo que todo está preparado de antemano y no hay nada que corregir, excepto yo. Todos están incluidos en el alma común, solo yo, Maljut, debo corregirme en relación con ellos. Así revelaré la estructura del alma común con el Creador que reside dentro de ella.

Todo es porque me corrijo contra mi voluntad, hago regalos al amigo o al grupo, me anulo y me uno a él. No lo quiero y esta falta de voluntad permanece en mí como la profundidad de mi ego (Aviut), pero lo hago por encima de mi falta de voluntad, en contra de mi ego, me limito, construyo una pantalla e incluyo a Maljut en las primeras nueve Sefirot.

Las nueve primeras Sefirot son propiedades que mis amigos me dieron para trabajar y auto-anularme, para restringir mi egoísmo y prepararme para dar, para ayudar, para apoyar en todo. Como resultado, descubro que todo está corregido. Es el atuendo del Creador que lo organizó todo para ayudarme a desarrollar amor en mí mismo y revelarlo.2

Sólo con el poder de la grandeza de la meta recibida del ambiente se mide nuestra voluntad de estar en el grupo. Es como si voy a una tienda a comprar un regalo para un amigo y lo elijo de acuerdo al precio que indica cuánto lo aprecio, cuánto estoy dispuesto a pagar por su amor: ¿cien pesos, mil o cien mil?

Así, evalúo mi estado en relación al grupo: ¿a qué estoy dispuesto a renunciar para conectar con mis amigos? Después de haber elegido el grupo, tengo que renunciar a mi ego y conectarme todo el tiempo. Poco a poco, transfiero mi deseo de disfrutar de «dentro de la razón» a «por encima de la razón», lo cubro con una pantalla hasta que acumulo tanto deseo que puedo sentir la presencia del Creador.

Ese es mi regalo para el grupo, porque es lo más precioso que tengo y lo que necesitan, un deseo que se puede atribuir al Creador. El grupo está esperando ese regalo de todos.3

El regalo siempre es interno, pues necesitas renunciar a algo para pagarlo. El regalo en sí es sólo un símbolo externo, pero incluye una acción interna con respecto a nuestro egoísmo, a nuestro deseo de disfrutar.

Si no siento que voy contra mi ego, no se considera regalo, porque no rechazo nada. Un regalo es cuando yo, un total egoísta, puedo cortar, digamos, diez por ciento de mí mismo y dárselo a un amigo. Sólo si mi ego se resiste a ese regalo puedo considerarlo un regalo. Si doy regalos a la persona que amo, me hago regalos a mí misma, como una madre que da a su hijo y disfruta aún más que el niño.

El que da un regalo a su amigo, rechaza su ego y lo pasa al servicio del grupo. Es necesario regalar lo que causa la mayor resistencia dentro de nosotros.4

Un regalo es cuando tomo algo de mi egoísmo y lo doy en beneficio de los demás. Incluso al comprar un regalo para un amigo rechazo cien pesos y le paso al amigo mi deseo de disfrutar, ahora lo puede usar él.

Así usamos el mundo entero, como está escrito: “Vayan y ganen unos de otros”. Empecemos a conectarnos de forma que cada uno ceda al otro, así nos uniremos de nuevo en un Kli. La ganancia mutua será intercambio, conexión de nuestros deseos en un solo deseo. La realidad es un deseo, no hay más. El mundo entero hace el trabajo del Creador, consciente o inconscientemente.5

El dinero es una cubierta, una pantalla. En la medida en que tenga dicha cobertura, puedo «pagar», es decir, aumentar mi deseo de disfrutar y trasladarlo al otorgamiento.6
De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 15/oct/18, preparación para el congreso virtual 2018
1 minuto 0:20
2 minuto 5:35
3 minuta 20:40
4 minuto 29:40
5 minuto 39:39
6 minuto 43:00

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