Camino angosto «entre los estrechos»

La cuenta regresiva del período de tres semanas, llamado «entre los estrechos», es decir, en la adversidad, en un estrecho y doloroso corredor, inició. Esta vez se refiere a la destrucción del Templo. No se trata de un edificio material que se derrumbó en Jerusalén, sino de un templo espiritual.

El tiempo material es una huella de un tiempo espiritual; en nuestro mundo hay fechas simbólicas que tienen raíces espirituales.

El tiempo entre los estrechos simboliza un estado espiritual en el que tuvimos que resistir la presión espiritual, pero no pudimos y se rompió, es decir, fue destruido; el Templo, la pantalla espiritual, el muro. Hoy recordamos esa destrucción.

Se dice que «cada día que el Templo no se restaura, es como si cayera de nuevo». Esto es hasta que lo construyamos nuevamente, nuestra vasija espiritual (Kli), con diez Sefirot interconectadas y preparadas para sostener la Luz de Jojmá en el interior, la Luz más grande. La Luz de Jojmá llenará el Kli. Es decir, el Templo será restaurado.

El Templo debe ser construido en nuestro corazón, en nuestro deseo común, no con piedras. Será el Tercer Templo, perfecto. Los templos primero y segundo fueron construidos por el pequeño grupo que salió de la antigua Babilonia y pasó por el exilio egipcio. Luego fueron destruidos, así se suponía que sucedería.

Pero construiremos el Tercer Templo juntos, todo el mundo, internamente, en corazones y deseos, lo llenaremos con la revelación perfecta del Creador, la Luz de Jojmá. Con ese Templo, este estado existirá para siempre, porque involucra a todas las almas que están haciendo todas las correcciones y están completamente llenas del Creador.

Necesitamos lograrlo y de acuerdo con los signos que ahora se revelan, estamos muy cerca de ese estado. No debería llevar mucho tiempo, sólo necesitamos querer reconstruirnos internamente y que haya un sólo deseo.

En todos los estados que se revelan, debemos esforzarnos por unirnos como un hombre con un corazón. No se necesita nada más, simplemente hacer nuestro mejor esfuerzo, como si fuera nuestra última oportunidad de salvarnos del ego.
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De la lección diaria de Cabalá 9/jul/20

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