Pregunta:
Lo más poderoso que tiene una persona es la percepción visual. Pero el deseo sensual, como usted dice, es muchas veces más rico y fuerte que el deseo visual. ¿Hay algo similar entre el deseo espiritual y el deseo material? ¿Cómo se puede describir?
Respuesta:
¿Cómo podemos describir los deseos? Solo en forma de vector, en forma de dirección: de algo a otra cosa, y cuál es la naturaleza de este vector, cuál es su magnitud, su fuerza.
El deseo es una fuerza física, y hay muchas fuerzas de este tipo, todas están ligadas entre sí y representan una red inmensa, compleja, infinitamente entrelazada.
Están interconectadas en cada milímetro de su vector por innumerables entrelazamientos que representan un todo único, pero dentro de este todo, cada fuerza existe por sí misma. Solo su conexión, combinación, e inclusión unas en otras crean una única pieza que es la creación entera.
Una vez que tengamos una similitud de deseos, ya no necesitaremos ninguna descripción, nos sentiremos directamente el uno al otro, si tú y yo tenemos los mismos deseos, entonces tú y yo tenemos los mismos pensamientos.
Si tenemos deseos diferentes, entonces tenemos pensamientos diferentes, pero están en contacto entre sí.
Entonces, ¿por qué necesitamos revestirlo de palabras? ¿Por qué descender al nivel animal cuando existe una comunicación directa y vívida?
