Construyamos una terraza común para el mundo

A pesar de que somos diferentes, aun así nos las arreglamos de alguna manera como en una familia. Es cierto que no es fácil. Digamos que yo tengo una mamá y papá, también una esposa, y cada uno de nosotros tiene hermanos y hermanas de ambos lados, sus hijos, nuestros hijos. Nosotros debemos tener en cuenta a los demás puesto que somos mutuamente dependientes, tanto de forma positiva como negativa. Es por eso que no tenemos ninguna intención de cambiar y reformarnos unos a otros.

Es comprensible que si en el pasado yo encontré una mujer que posiblemente es diferente a mí en su personalidad, pero de acuerdo a otras consideraciones, hemos decidido estar juntos, entonces en esta decisión de estar juntos, nosotros esencialmente aceptamos y acordamos sin hablar de ello siquiera, que llevaríamos una vida compartida que no siempre podría llevarse suavemente. Tendremos que hacer concesiones a los demás, estar de acuerdo con la opinión del otro, ya sea parcial o totalmente, y así sucesivamente. Sin embargo, nos conectamos unos con otros, al no tener otra opción, porque queremos crear una familia, para criar nuestros hijos, y para apoyarnos mutuamente.

Las parejas jóvenes carecen de este tipo de educación, que enseña cómo llevarse bien unos con otros a pesar de las diferencias. A pesar de que creemos que elegimos libremente al compañero de vida más adecuado para nosotros, en realidad, aun así somos muy diferentes. Para los animales, el apareamiento ocurre instintivamente, pero las personas, dado que sus cálculos son corruptos, buscan algo especial, incluso raro, sin darse cuenta de que, precisamente debido a ello tendrán dificultades de comunicación.

La falta de educación, comprensión y formación relacionada con la vida compartida, así como la incapacidad para ceder ante el otro, nos llevan a una crisis de la institución familiar. En nuestros días, más de la mitad de la población de la tierra, especialmente de los jóvenes, son solteros. Ellos no están listos para casarse y no quieren tener hijos porque se sienten incapaces de cuidar de alguien.

Esta crisis ha estado sucediendo desde hace décadas, y hoy nos vemos obligados también a resolver problemas análogos entre los países. Después de todo, cada uno de nosotros, al menos en relación a los países vecinos, da y recibe, al igual que en una pareja casada. Por esta razón también es necesario aprender a nivel internacional, cómo hacer concesiones y conectarnos por encima de todas las diferencias y desacuerdos. Sin embargo, nunca se nos enseñó a hacer esto.

Entonces, ¿cómo puede hacerse esto realmente? ¿Cuál es la técnica para hacer concesiones, puesto que sólo a través de conceder demostramos nuestra buena intención?

A falta de otras opciones, actualmente nos encontramos en la crisis que nos enseña las cosas más urgentes. Y la gente siente la urgencia de tal manera (y ahí radica nuestra esperanza), que se nieguen a aceptar el «divorcio», ya que el divorcio entre los países, significa guerra.

Espero que nos demos cuenta que no tenemos una elección y que tenemos que actuar con moderación. Es por eso creamos la ONU, un lugar donde se supone que todos pueden reunirse y discutir la cooperación pacífica, así como muchas otras organizaciones que se ocupan de la educación y la sanidad.

Por ejemplo, en Ginebra hay organizaciones internacionales que yo ni siquiera me había dado cuenta que existían. Existe una comisión en las frecuencias de radiodifusión que garantiza que cada estación de televisión y radio en el mundo tiene su propia frecuencia y no interfiere con las demás. Hay un consejo en materia de fabricación de drogas, productos médicos, y servicios, lo que determina las normas en este campo. Esto nos permite entender al otro, y por lo tanto un médico, al manda un tratamiento a su paciente en un país diferente, es capaz de explicar a su colega todos los matices de los procedimientos requeridos.

Incluso hay organizaciones que monitorean las banderas de cada país, para que de repente no aparezcan dos banderas idénticas. Existen normas en todos los campos, porque estamos llegando a estar tan interconectados y cercanos uno del otro, que tenemos que establecer leyes para regular todos los aspectos de nuestra interacción.

Y al igual que un parlamento de cada país establece las leyes para la interacción de sus ciudadanos, este también se realiza hoy en una escala global para el mundo entero. Este tipo de organizaciones han existido desde hace ya algunas décadas, y sin ellas las cosas serían muy difícil para nosotros.

Pero hoy el problema no está en el establecimiento de un lugar para todos. La situación actual nos obliga a construir alguna «terraza» común que consiste en la comprensión mutua y la sensación de que estamos en la misma habitación, por así decirlo. En estas circunstancias es muy difícil para nosotros estar juntos si no tenemos una buena conexión entre nosotros.

Debemos sentir no sólo la cercanía, sino una interdependencia que nos exija a todos cambiar la actitud hacia los demás. Queramos o no, somos interdependientes, estamos conectados y unidos en diferentes niveles: alimentación, vestido, educación, cultura, tecnología, suministro de energía, agua e incluso aire.

Si la industria de alguien contamina la atmósfera, no tenemos nada que respirar. Todos estamos familiarizados con los Protocolos de Kyoto que establecen límites a las emisiones de subproductos de residuos y contaminación atmosférica.

Yo creo que vale la pena dar una lista de esas organizaciones internacionales y los asuntos con los que trabajan. Luego nos sentiremos el alcance de nuestra conexión. Una parte de estas organizaciones se encuentran en París, Londres y Nueva York, pero la mayoría de ellas se encuentran en Ginebra.

Esto es muy importante porque da a la gente una idea de esa dependencia mutua que es difícil de creer. Es mucho grande que una familia. En una familia, yo no puedo dejar de hablar, discutir, e incluso alejarme durante algún tiempo.

Pero aquí, es imposible. Resulta que todos los países existentes, ya están dentro de un único mosaico, y nadie es capaz de salir de él o de comportarse de la manera que les plazca. Vemos que cada vez que alguien intenta hacer algún movimiento independiente, nunca funciona. Después de un tiempo regresan, o tal vez ni siquiera van más allá de intentos verbales, sin llegar nunca a las acciones prácticas, ya que en nuestro tiempo esto no es factible.

(67792 – Del Kab.tv de «Una nueva vida», episodio 5 del 2 de Enero del 2012)

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