Torá, Deuteronomio 4:15-4:19: Cuiden mucho sus almas, pues ustedes no vieron ninguna imagen el día que el Señor les habló a ustedes en Jorev (en Sinaí), en medio del fuego. Eviten corromperse, no hagan imágenes talladas de símbolo alguno, con forma de hombre ni de mujer; ni con forma de cualquier animal que haya en la tierra; ni con forma de criatura con alas que vuelan por el cielo; ni con forma de cualquier especie inferior de animales que se arrastran sobre el suelo; ni con forma de criatura acuática, o sea aquellos en el agua debajo de la superficie continental. Cuando eleves tus ojos al cielo y veas el sol, la luna o las estrellas, con todos los cuerpos celestes, no te prosternes a ellos ni los idolatres. El señor, tu Dios, los entregó a todas las naciones bajo el cielo todo.
Pregunta: ¿Cómo podemos evitar ver las imágenes y las estatuas que nos rodean?
Respuesta: No hay Creador y no hay mundo superior. Necesitamos crearlos por nosotros mismos, dentro de nosotros. Es muy difícil de entender, pero la sabiduría de la Cabalá explica cómo percibimos la realidad existente, cómo la representamos en nuestras cualidades y cómo nos aseguramos de eso, de hecho, no existo yo ni mi cuerpo ni el entorno.
Existe solo un deseo dentro del cual percibimos todo. ¡Todas las cosas y eventos son imágenes trazadas en mi deseo! ¡No hay nada más! Sin embargo, me parece que existen en la realidad, porque esas son mis cualidades.
Ahora, necesito entender por qué percibo así este mundo, cómo puedo elevarme por encima de él y crear un nuevo mundo dentro de mí, a partir de mis nuevas cualidades. Lo formo al cambiar mis cualidades y al comenzar a existir en ambos mundos, en el mundo superior y en este mundo, en el grado más bajo de mis cualidades, donde tengo ídolos a los que rindo culto.
La materia de nuestro mundo nos es dada en sensaciones y ¿luego qué? Aparentemente, existe otra clase de materia que puede llegar a mis sensaciones y podré controlarlas.
Por lo tanto, creo nuevos mundos con cinco grados en cada uno de ellos, cinco grados del mundo de Assiya, luego de los mundos de Yetzira, Beria, Atzilut y Adam Kadmon. Asciendo 125 grados hacia el mundo del infinito que incluye en sí mismo, absolutamente todos los mundos y cada cosa que existe porque revelo totalmente mi deseo, en el cual antes sentía algo en forma muy limitada y lo llamé el mundo. “Mundo” (Olam) viene de la palabra “oculto” (Alama).
Ahora me dirijo hacia el mundo del infinito donde todo es revelado completamente porque todos los mundos previos están incluídos en él y se disuelven ahí. Ahí, sólo siento una luz blanca, llamada el Creador y junto con El, yo estoy en el nivel del absoluto conocimiento y de la sensación de eternidad. Éste es el estado que debemos alcanzar.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 17/feb/16
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