El Zóhar, capítulo Vaietze, punto 88) Está escrito, “Un salmo de David, cuando él escapaba”. Él pronuncio el salmo mientras huía porque previamente pensó que el Creador lo castigaría por sus pecados en el mundo por venir. Y cuando vio que Él deseaba cobrar venganza aquí en este mundo, se sintió feliz y pronunció un salmo.
“Este mundo” y “el mundo por venir” son dos grados espirituales, porque estamos en la Luz Superior y vemos nuestras cualidades con esta Luz de fondo. Esto determina la realidad que percibimos.
Por eso, cada estado que experimentamos es un estado de ocultación de la Luz Superior que se esconde detrás de nuestras cualidades egoístas y se revela sólo en la medida en que nuestras cualidades se van haciendo similares a las del Creador. De ahí que cada uno de nuestros estados se denomine “mundo” (del hebreo olam, que procede de la palabra “olama” y que significa “ocultación”), es decir, que son la medida de la ocultación que percibimos.
Resulta que “este mundo” y “el mundo por venir” son dos escalones. Uno es lo que siento y veo ahora, lo que puedo comprobar, investigar y estudiar. Y el otro es el estado al que aspiro, una medida de la ocultación que deseo revelar y alcanzar: este estado es el que los cabalistas denominan mi mundo por venir.
(Extracto de la lección sobre el libro del Zohar, correspondiente al 23 de junio de 2010)
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