Pregunta:
Su maestro ya era una persona mayor cuando le conoció. Sabía que en cualquier momento moriría. ¿Se preparó para su muerte?
Respuesta:
Era claro para mí que no podría vivir un día más en los alrededores donde él estaba una vez que se hubiera ido. Yo estaba en ese lugar y con esa gente por él. En el momento en que él no estuviera allí, yo tampoco estaría.
Rabash se fue. Murió en mis brazos en el hospital. No había nadie a su alrededor excepto yo. Era viernes, les dije a los muchachos que nuestro maestro había partido. Empezaron a venir al hospital. El mismo día tuvo lugar el funeral a las 11 de la mañana. Fuimos a Jerusalén, recuerdo todo como en un sueño.
Pensaba que no debería separarme de los demás y ni ellos de mí, que deberíamos dividirnos en muchas partes. Entendí que tendría que hacer eso, que tendríamos que organizarnos en el mismo sistema, en la misma sociedad. En Cabalá está escrito sobre la sociedad, sobre el grupo y lo intenté.
Al final sentí el rechazo de los demás y ellos sintieron lo mismo de mí; todo se rompió en muchos pedazos. Un grupo se quedó en Bnei Barak, otro en Jerusalén, el tercero en otro lugar. Sucedió como esperaba.
Pregunta:
¿Significa que reprodujo la “película” de lo que sucedería después de la muerte de Rabash?
Respuesta:
Absolutamente. No hay duda. Incluso hablé usando pistas sobre esto con Rabash. ¿Por qué no?
Hoy puedo hablar de lo que sucederá cuando me haya ido; tiene que haber un grupo igual que ahora. El núcleo del grupo son las personas en las que confío. Puedo decir sus nombres; pueden conducir el grupo correctamente juntos y de ninguna manera se dejarán influir por otras opiniones que saltan aquí y allá.
Lo mismo sucedió después de que Rabash se fue. Enseguida aparecieron advenedizos. Con el maestro estaban sentados en silencio en la esquina, había la sensación de que todos son iguales. ¡De ninguna manera! No hay iguales.
Hay personas que no son capaces, no entienden y aún no están desarrolladas internamente para estar dentro del sistema de gobierno, en el centro. Y hay quienes de acuerdo a su disposición interior, a su conexión conmigo se adelantan. Poseen la autodisciplina interna; pueden continuar llevando a cabo esta misión. Se organizará de esta manera.
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