¿Dónde está el microchip del alma dentro de mí?

Pregunta: Una vez vi una película en la que un microchip era instalado en el cerebro de un mono y como resultado, obtenía las bananas usando un brazo artificial. Ahí es donde entendí que mi cuerpo no existe porque también podría ser sólo artificial. En este caso, ¿dónde se localiza el deseo de revelar al Creador, que ahora siento dentro de mí?

Respuesta: El deseo por la espiritualidad no está localizado dentro del cuerpo material. Los deseos no están dentro del cuerpo en absoluto. Confundimos el cuerpo biológico, animado, que opera de acuerdo a instintos naturales, personalidad, e inclinaciones que determina n sus deseos y necesidades naturales, con el deseo que está desconectado de este cuerpo y pertenece al alcance de la espiritualidad.

Nuestro cuerpo es un animal, como ese mono con una banana. Pero cuando un nuevo deseo despierta en nosotros, por encima de nuestras necesidades animadas, es en un nivel completamente diferente y no está dentro del cuerpo. El cuerpo podría vivir o morir, pero nada le sucede al deseo espiritual.

El cuerpo animal vive y muere, y todos sus deseos animados, aspiraciones, y metas mueren junto con este. Existe además un deseo llamado “el punto en el corazón,” el cual tenemos que desarrollar. Si nos conectamos con otros deseos iguales a este, que están presentes en los otros, entonces construiremos un deseo común a partir de ellos en el cual es posible revelar la vida espiritual.

Tengo una gota de semen espiritual, llamada “el punto en el corazón.” Puedo hacerla crecer al añadir más y más “carne” a esta, justo como un bebé crece a partir de una gota de semen en el vientre de la madre.

¿Entonces cómo puedo agregar la carne espiritual a mi punto, la gota de semen espiritual? Para eso tengo que unirme con otros. Así es como construiré la vasija de mi alma y comenzaré a vivir dentro de ella, dentro de este nuevo deseo que reuní.

Si no lo construyo, entonces permaneceré como esa gota inicial de semen, sólo con el gen de información (Reshimó), y una vez más regresaré y pasaré por todos los ciclos de vida, uno tras otro, recibiendo la oportunidad de desarrollar esa gota.

Mi cuerpo animado sólo acompaña la gota de semen, el punto en el corazón. Por lo tanto, deja de concentrarte en tu cuerpo y dale lo que se supone que debe obtener para una existencia normal. Y dedica toda tu atención al punto en el corazón, a cómo conectarlo a otros puntos para construir una vasija general a partir de ellos para revelar el mundo espiritual.

Con respecto a los microchips, déjaselo a los monos…

(71350 De la Convención Arvut en Aravá 24 de diciembre del 2012, Lección #2)

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