La corte suprema no juzga el cuerpo animal cuya muerte no cambia nada.  Es el juicio del propio egoísmo. El hombre se juzga a sí mismo y empieza a sentir que todo el pasado en su interior, debe perecer para que renazca y sea diferente. Por eso, al examinarse, siente como si fuera al infierno. Está escrito en El Libro del Zohar, no en el poema de Dante. 

Pregunta: ¿Quiere decir que el hombre determina cielo o infierno, conforme se juzga a sí mismo durante su vida? 

Respuesta: ¡Por supuesto! Siente sus hechos, acciones y cualidades como infierno o cielo. Y si no se ha separado de su egoísmo, no hay cielo ni infierno para él. No tiene con qué comparar a ninguno de los dos. Es sólo un animal.

Te has preguntado ¿Dónde está la salida del infierno?

Cuando se aleja del egoísmo, ve sus estados egoístas pasados como infierno; y su futura conexión altruista con el Creador, como cielo. 

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De Kabtv “Estados espirituales”, 11/ene/22 

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