El fin del mundo que nos es familiar

Un periodo muy importante está comenzando ahora; diría que crucial. El mundo está en un gran caos; se está volviendo cada vez más claro que estamos indefensos ante los golpes de la naturaleza: humanos o ambientales. Las personas no tienen forma de entender la verdadera razón o cómo lidiar con ellos. La fuerza superior genera todos esos eventos, pero no podemos decirle eso a las personas.

Entonces la convención en Kharkov debe mostrarnos el nivel de unidad al que necesitamos llegar con el fin de superar la crisis. El mundo, en cualquier caso, debe entender cómo moverse hacia adelante.

Después de todo, estamos al borde de estados difíciles, críticos, y se develarán a un ritmo acelerado. Cada día afrontaremos un nuevo mundo, opuesto al que conocíamos el día anterior, y eso requiere de un nuevo entendimiento y un nuevo enfoque.

La sensación de estar familiarizado desaparecerá, y sentiré que estamos viviendo en un mundo desconocido que me revela un rostro nuevo, inesperado cada vez. Intento aferrarme, llevar las cosas de regreso a la forma en que solían ser, pero esos son intentos en vano. Esto me evade y viene a mí desde un ángulo poco familiar, en diferentes relaciones, en noticias extrañas que no puedo entender o digerir. El comportamiento de las personas cambia así como su reacción a lo que está sucediendo. Comienzo a sentir una sensación de incertidumbre.

¿Qué podemos decir acerca de los expertos en economía, política, educación, etc.? Encontrarán una impotencia y confusión incluso mayor en sus campos.

Entonces somos el único sistema versado en toda la humanidad, el cual es la vanguardia y puede dirigir a todos en la dirección correcta. En realidad, esta dirección no es menos lógica que las varias especulaciones que surgen de la crisis, la confusión, y la total falta de entendimiento del problema. Ya entendemos la lógica espiritual aquí; ya hemos sentido los cambios nosotros mismos.

¿Cómo podemos presentarle el mensaje al mundo? ¿Cómo podemos convertirlo en conocimiento general? Es un problema. Pero en el momento en que nuestro mensaje se extienda entre las masas, su deseo se volverá más suave y más flexible, y sentiremos una responsabilidad más grande que será transmitida por aquellos a nuestro alrededor. Entonces elevaremos la “plegaria de los muchos” junto con ellos.

Entonces, necesitamos diseminar, pero para cumplir con nuestra diseminación tenemos que unirnos y estar fuertemente conectados. Con el fin de cuidar de las personas, tenemos que ser fuertes en cualidad, no en cantidad como ellos. Tenemos que adquirir la misma intensidad cualitativa que su intensidad cuantitativa. Este es todo el problema.

Pregunta: ¿Cómo podemos explicar a las personas la esencia de los caóticos estados cambiantes de hoy?

Respuesta: Todos lo sienten ya, pero no pueden digerirlo. Después de todo, las personas están viviendo sus vidas cotidianas; están “apagando incendios” girando en círculo esperando lo mejor. Esta es su vida, y el futuro depende de nosotros al grado en que diseminemos el método de corrección.

Mi preocupación no es si ellos lo recibirán, sino si yo estaré listo. Es más, tenemos que actuar muy rápido.
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De la tercera parte de la Lección diaria de Cabalá 16 de agosto del 2012, El estudio de las Diez Sefirot

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