El Creador hizo el deseo de las criaturas pequeño, como Maljut del mundo de infinito. Infinito quería decir que el deseo era totalmente pleno, es decir, sin restricciones, como un vaso lleno.
Ese deseo debe desarrollarse hasta proporciones infinitas. El Creador creó la creación, el deseo de disfrutar, opuesto a Él mismo, así nos da oportunidad de revelarlo sin límite ni restricción, sin detenernos en el camino hasta el fin de la corrección y aún después.
Cuando terminemos las correcciones y cubramos el deseo de disfrutar, con la intención de otorgar, un progreso mayor seguirá en otras formas, ya no por carencia. Sin embargo, el avance continuará de cualquier manera, porque es la única manera de revelar el infinito del Creador.
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De la 3a parte de la lección diaria de Cabalá 18/nov/20, “La conexión del mundo en la última generación”
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