El lugar donde encontramos al Creador

Hasta que clarifiquemos nuestro deseo de disfrutar y revelemos todo el sistema de conexiones y cualidades en él, nos parece sólo un deseo nuestro, nada especial. Sin embargo, cuando se revela su profundidad, vemos cuan complicado es este sistema.

Es así como en la física cuántica, los científicos penetran más profundamente en la materia, revelando todo un mundo dentro cada vez, que consiste en partículas elementales más y más pequeñas que antes parecían inseparables. Del mismo modo, nosotros penetramos más y más en el deseo de recibir placer.

¿Qué vemos en él? Vemos cómo la Luz Superior que creó el deseo de disfrutar lo influenció y creó las cuatro fases de la Luz Directa en él. Puesto que la Luz entró en el deseo de recibir, durante estas cuatro fases, está construye su propia estructura en él.

En el deseo de recibir en sí, no hay nada, excepto el deseo. Sin embargo, la Luz crea diferenciaciones de acuerdo a las cinco fases de Aviút (el grosor, la tosquedad del deseo): Shóresh, Álef, Bet, Guímel, Dálet (raíz, uno, dos, tres, cuatro), así como Sefirót, mundos, Partzufím, líneas, y un número infinito de tipos de conexiones y formas, cada uno de los cuales tiene sus propias características. Hay un número infinito de diferencias, y todas ellas proceden de la Luz.

Por lo tanto, mientras más revelamos el deseo de recibir, más revelamos la Luz, el Creador, y Su naturaleza. Sin embargo, Lo revelamos a partir del material, el deseo de recibir, y esto se llama «forma vestida en la materia».
No revelamos al Creador mismo. Revelamos las acciones que Él ha realizado en la materia, y, de estas acciones, conocemos al Creador. Como está escrito, «Por Tus acciones, yo Te conozco.

Penetramos en la materia misma. El Creador se introdujo en la materia, nos revelamos a nosotros mismos en esta misma materia, y allí encontramos al Creador. Por lo tanto, Atzmutó (Su Esencia) sigue siendo inalcanzable.

(31501 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 01/02/2011, «Introducción del Libro del Zohar», artículo «Yitró»)

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