Las letras en la espiritualidad son un sistema de corrección, una plantilla que gradualmente tiene que vestirnos, prestándonos su forma. Como en la tipografía, ellas imprimen sus trazos en nosotros, en el orden adecuado y en la combinación correcta de todos los elementos necesarios.
Al final asumiremos la misma forma que la Luz superior en el Infinito. La huella espiritual de las letras se encuentra en la materia de nuestro deseo, hasta que se vuelve similar a la Luz.
El sistema de corrección se formó como resultado de la ruptura en los mundos, y por eso contiene todos los tipos de combinaciones de Bina y Máljut, las cuales tenemos que adoptar. Este sistema fue construido deliberadamente para adaptarse a la corrección de las almas.
Y entonces el alma de Adám HaRishón se quebró de manera que las letras, es decir nuestras formas corregidas, llegaran a ser equivalentes a nuestra materia no corregida. Ahora la Luz debe pasar a través de las letras y vestirse en varias formas que somos capaces de tomar.
Este mecanismo es la base universal para todas las correcciones en todos los mundos, incluyendo el nuestro. Si queremos actuar apropiadamente, si nos adentramos en la profundidad, buscando encontrar la vía correcta, eventualmente llegaremos a este exacto sistema que de alguna manera se asemeja al sistema superior de corrección. Así estamos construidos, y no tenemos la oportunidad de concebir algo más que esto.
Este es un buen indicador de si estamos actuando en la dirección correcta, de si entendemos la verdadera falla y los medios para su corrección. Incluso durante los primeros pasos podemos inspeccionarnos con respecto a este sistema.
(29928 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/16/2010, «introducción del Libro del Zohar»)
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