El pecado de Adam y la corrección del mundo

Dr. Michael LaitmanLa Torá, “Número” 1:20–1:27: Y los hijos de Rubén, primer hijo de Israel, sus generaciones, por sus familias, por las casas de su padre, de acuerdo al número de nombres, por sus votos, todos los varones mayores de veinte años,  podían salir a la guerra; los que fueron contados de la tribu de Rubén, fueron cuarenta y seis mil quinientos.

De los hijos de Simón, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de su padre, los contados de acuerdo con el número de nombres, por sus votos, todos los varones mayores de veinte años, todos podían salir a la guerra; los que fueron contados de la tribu de Simón, fueron cincuenta y nueve mil trescientos.

De los hijos de Gad, por sus generaciones, por sus familias, por sus casas paternas, según el número de nombres mayores de veinte años,  todos podían salir a la guerra;

los que fueron contados de la tribu de Gad, fueron cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.

De los hijos de Judá, por sus generaciones, por sus familias, por sus casas paternas, según el número de nombres mayores de veinte años,  todos podían salir a la guerra; los contados de la tribu de Judá, fueron setenta y cuatro mil seiscientos.

Esto habla de las partículas rotas del alma que se ensamblan en una sola alma general.

La Luz Superior entra en la pequeña partícula espiritual y trae a esta partícula todo su poder y energía que incluyen todo el universo, todos los mundos, todo lo que el Creador ha dado al ser creado y por lo tanto, lo hace pedazos. El rompimiento simboliza la revelación del gran egoísmo dentro de él y es llamado el pecado de Adán.

Ahora un gran deseo egoísta se revela en la diminuta partícula que estalló en mil millones de pedazos, que es igual a la Luz Superior infinita. Cuando la Luz entra en la partícula, le transfiere toda su grandeza en forma opuesta, en forma de ayuda en contra. Ahora tenemos que cambiar todos los grandes atributos egoístas al atributo de la Luz, de acuerdo a nuestra conexión y unidad.

Pero no volvemos a la pequeña partícula; sino, nos conectamos y estamos cubiertos por toda la Luz Superior. Es como si nos vestimos en esta partícula, como una serpiente que se viste sobre su presa.

Tenemos que entender que todos los atributos, todas las conexiones mutuas, todo lo que tenemos que descubrir, esta separado de manera precisa y absoluta y, todos tienen su propio lugar. Estas son las leyes físicas claras y precisas que estan basadas en la correlación entre Luz y deseo, entre el Creador y el atributo que es opuesto a él. Todo tiene que mantenerse en una precisión perfecta, por eso se dice: examina si has hecho los cálculos correctamente, si has pasado por ciertos estados, si estás en un nivel espiritual dado o, si lo has percibido internamente.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 17/dic/14

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