El principio está oculto de nosotros

Pregunta: Acciones gratuitas, una plegaria por la sociedad: todo esto está por encima de las fuerzas humanas.  Incluso sólo para pedir por esto, hay que tener fuerzas. ¿Por dónde debemos empezar? ¿De dónde procede la fuerza para cumplir estas acciones que están por encima de nuestra naturaleza?

Mi respuesta: Podemos entenderlo con el  ejemplo del desarrollo del ser humano. Él nace como resultado de las acciones de un padre y una madre. Pasa por un desarrollo largo en el útero de la madre y nace. Se manifiestan en él sus propias fuerzas, pero, por supuesto, todo sucede de modo inconsciente.  Aunque vemos que él tiene reacciones, pero está claro que no las hace él, sino las fuerzas que se están acumulando en él y provocan una reacción.

Pero en algún momento, empezamos ver en este ser humano a una persona. Desde luego se puede decir que las fuerzas de la naturaleza provocan estas reacciones, su carácter, su comportamiento, sus inclinaciones y sus aversiones.  Pero,  estas cualidades se acumularon en él en una combinación específica y encontraron su forma propia.

¿Adónde empieza a manifestarse la independencia? ¿En una oración, en una petición para uno mismo o para otras personas? La Luz Superior es la única fuerza que actúa sobre nosotros. Ella influye sobre nosotros sin que estemos conscientes, igual que la Naturaleza influye sobre un feto, o un niño.  Por nuestra parte nosotros intentamos provocar una mayor influencia de la Luz y con esto acelerar nuestro desarrollo. Por eso, simplemente debemos aplicar esfuerzos. De nosotros se exige sólo esto.

(Extracto de la lección según el artículo de Rabash, correspondiente al 14 de julio 2010)

Material Relacionado:

Merecer el nacimiento espiritual

“Si me dejas por un día…”

El día de independencia: la independencia del egoísmo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *