El punto donde te fusionas con la decena

Entras a la espiritualidad cuando anulas tu deseo de disfrutar, de un principio maligno. Aunque el deseo en sí no puede ser cancelado, sólo se cancela el uso egoísta del deseo, la intención para el bien propio. Para hacerlo, tienes que aferrarte a una pequeña chispa espiritual colocada en cada uno, para que se eleve sobre esa base y la transfiera al primer nivel espiritual a través de la barrera (Majsom), un espacio pequeño.

Hay una parábola sobre un rey que deseaba trasladar su tesorería a otro lugar y para hacerlo, dio una moneda a cada súbdito para que la llevara y no tuviera tentación de robar. Asimismo, el individuo traslada en partes su gran deseo de disfrutar. Primero transfiere la chispa, declara su afiliación y lealtad al rey y en un punto, se fusiona con Él.

Podemos sentir ese punto porque atraemos la Luz que reforma, organizamos las decenas y entendemos lo que es anularse ante el grupo, ante los amigos y en consecuencia, ante el Creador. Si transferimos nuestro punto de un mundo a otro y somos leales al rey, al menos en un punto, podremos transferir gradualmente nuestros otros deseos por el mismo conducto estrecho, a lo largo del mismo camino. Así , limpiaremos esos deseos de su intento egoísta y les agregaremos intención de otorgar.

Y así iremos de un mundo a otro: del nivel por debajo del límite del mundo espiritual (Lo Lishma), a un paso por arriba de Majsom, Lishma.1

En cada situación, en cada lugar, tengo que tratar de ver que me prefiero a mí sobre lo que está fuera de mí. El Creador y la Shejiná están fuera de mí y por eso debo preferir lo externo a mí mismo. Lo externo es mi grupo, el círculo más cercano con el que trabajo o un círculo más amplio: el grupo cabalista mundial o incluso la humanidad entera y toda la realidad. El tamaño del círculo depende de mi actitud, pero lo principal es reemplazar mi «yo» con lo que está fuera de mí.

La decena se vuelve más importante que yo mismo. De repente siento que me separo de mi «yo» como si no existiera y vivo dentro de mis amigos. Es decir, estoy como feto dentro del superior.2

La frontera con el mundo espiritual, el Majsom, es el punto de mi fusión con la decena. El deseo de unirme a los amigos y cambiar la importancia de mí a ellos, disolverme en ellos y perder mi «YO» es cruzar el Majsom. Separarse del «yo» para incluirse en la decena es un pasaje hacia el Majsom. Ahí empiezo a sentir la propiedad del otorgamiento y dentro de esa relación siento un mundo espiritual más elevado. Eso ya es un entendimiento muy serio de que para ingresar a la espiritualidad no se necesita «romper el Majsom«, sino romperse uno mismo.3

Se podría preguntar ¿cómo se asocia mi salud con el grupo? Pero puedo apelar al Creador sólo en mi conexión con el grupo, porque invoco la propiedad de otorgamiento que revelo entre nosotros y pido otorgamiento adicional. Todos los problemas, incluyendo la salud, son consecuencia de falta de otorgamiento, de falta de Luz. Por eso, en primer lugar, tengo que ir al lugar donde puedo hacer mi solicitud.

La enfermedad es defecto en nuestra conexión. Podemos corregir el defecto sólo corrigiendo nuestra conexión. Cuanto más se fortalece la relación con mis amigos, más invoco y pido por ella, más santifico este lugar y la enfermedad desaparece.

El trabajador del Creador no acepta la enfermedad con humildad, pero la percibe como signo de necesidad de corrección ¿para qué envía esa enfermedad el Creador? Para que pueda alcanzar una conexión especial con el grupo y solucione los problemas.

Cancelo mi egoísmo porque el Creador me muestra un lugar defectuoso en él y es hora de corregirlo. La enfermedad es un signo que indica un defecto. Por lo tanto, trato de unirme más al grupo y le pido a la Luz que reforma que me dé más fuerza para comunicarme con mis amigos y así sano.

Cualquier enfermedad o pérdida de salud o dinero se corrige dentro del grupo. No hay nada más que corregir excepto el grupo, el alma común de Adam HaRishon, porque todo emana de él. Hasta el fin de la corrección eliminamos la desconexión entre los amigos en la decena. No hay otro lugar para el trabajo; revelamos el daño y lo corregimos.

De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 14/may/19, Anulación como condición para el primer grado espiritual (Preparación para el congreso en América del Norte 2019)

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