El salvavidas de la intención

problema-1_100_wp[1] El Zóhar, Capítulo Behaalotja, Punto 4:   De igual forma, “Es como un novio saliendo de su Huppa”…

Esto es porque el comienzo del Zivug ZA está en la izquierda, Gevura, lo cual es la reconciliación y obtener permiso, tal como está escrito, “Su mano está bajo mi cabeza”, y entonces el lado sur, el cual es derecha, Jesed, tal como está escrito “Y su mano derecha me abraza”. Entonces, “Él se recrea como un atleta que corre su carrera”, para iluminar la luna desde la línea media,  Yesod.

Estamos leyendo e intentamos sentirnos juntos y comprender que, sólo así, se puede obtener la revelación.

Intentamos encontrar todas estas descripciones en nosotros, independientemente de que las entendamos o no. Esto ya no es tan importante; lo importante es “la intención”.

El Zohar nos describe, a veces, unos cuadros muy llamativos e impresionantes. No debemos caer en la trampa de fascinarnos con estas descripciones y empezar a percibirlas como una novela, olvidándonos de la intención.

Al revés, ahí donde el texto es totalmente incomprensible y confuso, no tenemos otra opción que tener presente la intención (ya que, como no entiendo nada, me acuerdo de qué es lo más importante: “la intención”) y alegrarnos de tener que trabajar con ésta.

El hecho es que no puedo aferrarme con la mente a lo que está escrito y, en general, no sé cómo conectar las palabras.

Por eso, en cualquier estado, ante todo, hay que intentar a ver nuestra realidad: un único deseo común.

(Extracto de la lección sobre El libro del Zohar, correspondiente al 16 de febrero 2010).

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