Opinión (Geoff Mulgan, economista, autor de La langosta y la abeja: Depredadores y creadores en el futuro del capitalismo): «La crisis económica fue un recordatorio dramático de que el capitalismo puede tanto producir como destruir, pero la crisis también presenta una oportunidad histórica con el fin de elegir una futuro radicalmente diferente para el capitalismo, uno que maximice su poder creativo y minimice su fuerza destructiva…»
«El capitalismo en su mejor momento recompensa a los creadores y realizadores que crean cosas valiosas para los demás como tecnologías imaginativas y buena comida, buenos autos y drogas: el humano es el equivalente de laboriosas abejas. Al utilizar su energía, el capitalismo puede hacer que todos sean más ricos, más que cualquier otro sistema económico en la historia humana. Pero el capitalismo también recompensa a los tomadores y depredadores, a las personas y compañías que extraen el valor de los demás sin contribuir mucho en retorno. La depredación es parte de la vida diaria del capitalismo, en sectores tan sobresalientes como los productos farmacéuticos, software y petróleo en los que se les toman rutinariamente a las personas el dinero, sus datos, su tiempo y su atención en intercambios fundamentalmente asimétricos…»
«Entonces ¿qué debe hacerse? Las respuestas no pueden encontrarse en las interminables conferencias de alto nivel, que tratan de desear que vuelva a existir la economía previa al 2007 o en dosis de estímulos o austeridad aún mayores. En su lugar, nosotros necesitamos proyectar cómo será la economía del futuro, a qué podría y debería parecerse…Yo también veo qué debe suceder con la asistencia social, el consumo y las opciones radicales para el sistema tributario a la riqueza que debería ayudar a reducir el despilfarro crónico en el consumo entre el 1%».
Mi comentario: La nostalgia es la suerte de las personas ancianas que no tienen futuro, no tienen ideas, ni la comprensión de cómo vivir más. Nosotros no necesitamos cambiar el sistema sino al ser humano. Muchos ya están pensando en esta dirección, sin embargo ellos no pueden encontrar los medios para el cambio. Es posible cambiar a la persona pero sólo por medio de la influencia desde Arriba, por medio de la fuerza que se manifiesta en nuestra correcta unidad. Esto es lo que enseña el método de educación integral.
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