“En dirección a la puesta del sol”

thumbs_laitman_747_01Torah, Deuteronomio 11:29 – 11:30 Cuando el Señor, tu Dios te introduzca en la tierra a la que te diriges para tomar en posesión, ubicarás a los que bendicen mirando hacia el monte Guerizim y a los que maldicen los ubicarás mirando hacia el monte Eval. Esos se encuentran del otro lado del Jordán, lejos, hacia el oeste, en la tierra de los kenaanitas -que habitan en la Aravá, frente al Guilgal, junto a las planicies de Moré

Har (montaña) viene de la palabra Hirhurim (dudas). La persona siempre está en duda. Sin embargo, algunas dudas lo llevan al camino correcto y con su ayuda, asciende, otras dudas lo llevan a un descenso, cuando acepta su naturaleza.

Por lo tanto, las bendiciones se dan en una montaña y las maldiciones en otra, en otras palabras, la recompensa aquí y el castigo allá. En espiritualidad esta es una montaña, un lugar donde tropiezas y caes y te levantas allí también.

No hay más, a través del trabajo correcto con las maldiciones logras la bendición. Después de todo, el deseo es el mismo y lo corriges gradualmente, tropiezas, corriges, tropiezas y así avanzas.

Pregunta: Está escrito «se encuentran del otro lado del Jordán, lejos, hacia el oeste, en la tierra de los kenaanitas» ¿por qué están «hacia el oeste»?

Respuesta: Un nuevo grado de desarrollo humano comienza con la puesta del sol. Por lo tanto, debemos considerar este grado como una buena señal: pasaste por el estado anterior y ahora vas al nuevo.

Esto comienza cerca de la puesta del sol, con el crepúsculo, cuando todo es desconocido: no puedes ver ni distinguir entre verdad y mentira, entre el camino correcto y el incorrecto. En este caso, debes seguir adelante y elegir fe por encima de la razón.

Fe por encima de la razón es un principio espiritual muy serio. Sólo si realmente avanzamos con fe sobre la razón podremos entender la diferencia entre estado de bendición y estado de maldición, porque esto no se decide a nivel de nuestra comprensión terrenal, sino precisamente elevándonos por encima de nuestro egoísmo. Esta decisión se hace a pesar de todo lo terrenal, contrario a nuestra lógica y a nuestra actitud ante lo que está sucediendo.

Por lo tanto, todo sucede al atardecer, en la oscuridad, hacia el oeste.
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De  Kabtv “Secretos del Libro Eterno”  22/jun/16

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