Recibí una pregunta: Cuando una persona está en el camino del desarrollo espiritual y está pasando por un período de ocultamiento, se siente perdido y confundido. Entiende que el egoísmo es malo, pero no puede separarse de él. ¿En dónde puede encontrar la fuerza para lograrlo?
Mi respuesta: Atravesamos por muchos estados diferentes a través de nuestra vida y los estados son distintos para cada grupo de edad. En cada momento del tiempo, toda clase de cambios interiores se llevan a cabo en nosotros a la velocidad en que nuestros átomos giran cada vez más aprisa. Estos cambios ocurren dentro de nuestros deseos en un nivel inconsciente.
Por varios miles de millones de estas acciones internas existe un instante en que un “número cambia” dentro de nosotros, como en un medidor con muchas ruedas dentadas girando en su interior, de pronto este medidor cambia de 0 a 1. Después de eso, todo gira adentro por mucho tiempo y entonces el número pasa de 1 a 2. Eso es lo que pasa dentro de nosotros también.
Por eso es que tenemos que permitir un determinado tiempo para que estás acciones trasciendan. Lo mismo ocurre generalmente en nuestras vidas comunes: a menudo nos encontramos en una situación que se prolonga hasta que de pronto llega a su fin “por sí misma”. Y cuando usted se encuentra en esa situación sabe que tiene que cambiar, pero sencillamente no puede.
Toma algún tiempo que las cosas cambien. Entretanto, tenemos que actuar como un “buey con su yunta” puesto que no podemos saber exactamente lo que nos ocurre, no comprendemos las acciones que están ocurriendo.
Más adelante, cuando una persona entra en el mundo espiritual, empieza a comprenderlo todo. Adquiere nuevos deseos de otorgamiento y a través de ellos, puede discernir miles de millones de acciones en un solo instante. Eso se vuelve sencillo, como su cuerpo.
Sin embargo, hoy las mismas acciones están ocurriendo en nuestro interior, infinitamente rápido. Tenemos que ser pacientes y esperar, es decir, que tenemos que continuar nuestro camino. En algún punto el estado presente llegará a su término con el cambio de número y estaremos conformes con el otorgamiento.
(Extracto de la primera parte de la lección diaria de Cabalá, Shamati 8
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