Si mi conexión con el Creador puede ser sólo en el grupo, ¿cuál es el trabajo de cada uno con respecto al Creador, con respecto al «lugar»? Pues, se dice que el trabajo se divide en dos etapas: la relativa al amigo y la relativa al Creador (lugar). El «lugar» es la decena. Primero, debo conectarme con mis amigos y hasta después me conecto con el «lugar». No hay Creador sin el «lugar» de nuestra conexión, no hay Luz sin vasija. El lugar está en mi conexión con la decena; de lo contrario, no hay lugar, no hay Creador.
El trabajo del hombre con el Creador, por encima de la razón, inicia hasta después de que, dentro de la razón, hice el trabajo entre yo y mis amigos. Pues, al conectarme con mis amigos, restauro el alma común, una parte de Adam HaRishón. En esencia, así revelamos el alma de Adam HaRishón, pero en una escala muy pequeña, reducida mil millones de veces. Pero ya real, como si viéramos un mapa del mundo, aunque muy pequeño. Más tarde, el mapa se ampliará, pero la realidad no cambiará.
Por eso, necesitamos conectarnos con los amigos dentro de la razón: desear la conexión, amarlos y apoyarlos dentro de la razón. Esto nos da un mapa de la realidad y debemos tener en nuestras manos la estructura del alma que nos dio el Creador para trabajar.
Sin embargo, con respecto al Creador, trabajamos por encima de la razón, porque Él está por encima de nuestros Kelim, nuestra percepción. No lo conocemos, pero lo revelamos en nuestra reacción a su influencia. La revelación del Creador ocurre dentro de la vasija, «Ven y ve», como resultado, nuestro trabajo mutuo es dentro de la razón.
El trabajo en nuestra conexión debe ser claro y definido, dentro de la razón; pero con respecto al Creador, permanecemos por encima de la razón porque siempre tenemos un componente desconocido por encima de nosotros. No conocemos la intención del superior ni su otorgamiento ni el programa del Creador, pero siempre debemos aceptarlo con alegría, por encima de nuestro deseo.
El Creador incluye en Sí mismo toda la Luz del infinito, todo el Klí corregido y cada vez que cambiamos de un estado a otro, revelamos que es opuesto a todas nuestras ideas anteriores. Por eso, no puede ser un avance ordinario, siempre es por encima de la razón. Con nuestro trabajo preliminar, nos preparamos para aceptar lo opuesto a nuestra naturaleza. 1
¿Cuándo aceptará mi corazón de piedra que es imprescindible conectarse a los amigos? Hasta después de muchas caídas y decepciones, cuando esté seguro de que la vida terminará y al morir seré el mismo animal que soy ahora, si no me anulo ante los amigos no habrá ningún logro. Pasamos por muchos quebrantos y crisis internas, pero al final nos rendimos y aceptamos todo lo necesario.
Así está organizado desde arriba. Algunos tienen un enorme deseo egoísta, son tercos y no lo comprenden, no importa si lo escuchan o leen ni cuánto tiempo están en el grupo, Incluso hablan de conexión entre amigos, pero no la sienten. Una cosa es discutirlo y explicarlo a los demás, otra, es sentir que así debe ser, sentir el deseo de anularse ante los amigos. No sólo para aceptar lo inevitable sino para desear que suceda.
Veo que es muy bueno, que todo en la naturaleza esté organizado de esa manera. Así me ablando y empiezo a comprender y a perdonar más, a participar más en el trabajo común. Pero, ocurre hasta después de muchos dolores, gritos internos, noches de insomnio y muchos años en los que la Luz superior trabaja en el deseo de recibir. 2
Anularme ante los amigos es pedir por los demás y no querer nada para mí, querer que sólo ellos reciban. Esa es mi satisfacción. Pues, estoy dentro de ellos, me preocupo por ellos, pido por ellos, sólo así siento placer. Esta es la medida de mi integración con los amigos.3
De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 29/dic/19, Escritos de Rabash, «Acerca de “por encima de la razón””.
1 minuto 1:02:10 – 1:16:20
2 minuto 1:04:58
3 minuto 1:11:10
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