Al final, nuestra relación se deterioró al grado en que nos quedaba sólo una cosa: estar de acuerdo en que nos respetamos muchísimo.
Mi Respuesta:
Sí. Eso es todo lo que queda.
Respuesta:
“Nos respetamos mutuamente”, significa que sabemos por seguro que no nos debemos apuñalar uno al otro, tampoco acercarnos demasiado, sino respetarnos a distancia.
Pregunta
¿Eso es sobreponerse al odio?
Respuesta:
Nos ponemos por encima de él, tomando en cuenta nuestra relación y entendemos, que no podemos alcanzar más por ahora. Pero gradualmente, seguro que todo puede volver de nuevo.
Pregunta:
Qué podemos hacer, de modo que no permitamos que vuelva a suceder? Tenemos una mala relación, nos odiamos mutuamente; pero aquí se dice: “Nos tenemos que sentar y comenzar a respetarnos el uno al otro”.
Respuesta:
Separarse y gradualmente comenzar a acercarse más, es lo que cualquiera por lo general aconseja. Pero acercarse poco a poco, de modo que se puedan entender claramente los límites y que así lo haga mi compañero.
Tengo que ver que no me quieren lastimar y que debo mostrar cuánto no deseo lastimarlos; y luego, conforme nos empezamos a aproximar, sentiremos hasta dónde tenemos que llegar. Esto depende de la sensibilidad interna.
Pregunta:
¿Es necesario avanzar hacia una mayor cercanía?
Respuesta:
Seguro.
Pregunta:
¿Cuál es el resultado que se alcanza? ¿Conectamos con algo más?
Respuesta:
Podemos conectar de forma que sea incluso mejor que aquélla con quién tuvimos una buena relación.
Pregunta:
Entonces, ¿a partir de ese odio es que podemos llegar a tal proximidad?
Respuesta:
Sí.
Pregunta:
¿Sucede así, que a partir del mayor odio a las personas, se llega a la mayor cercanía?
Respuesta:
Así pasa, usualmente.
Pregunta:
Entonces, esta es la manera más importante: ¿romper y empezar de nuevo a acercarse?
Respuesta:
Sí, altamente recomendable. Toda la estructura general, programas, política de antes, estuvieron siempre dirigidas así.
Pregunta:
¿Por qué no escuchamos tanto de eso hoy en día?
Respuesta:
Tenemos armas. Es decir, todo ha sido reemplazado. Se acostumbraba que yo tenía un sable y el otro tenía un sable; yo tenía una lanza y el otro tenía una lanza; caballos aquí, caballos allá; pero hoy todo es sobre número de aviones, tanques, misiles y todo lo demás. Por eso no es posible negociar.
Pregunta:
¿Cómo puede el mundo llegar cada día a tal sabiduría? Usted ha hablado de una sabiduría sencilla, de nuestra sabiduría terrenal. ¿O aún se considera una sabiduría elevada, para que podamos funcionar de esta forma?
Respuesta:
El mundo de hoy no tiene ideales. La humanidad no tiene respeto por nadie. Si acaso lo hubo antes, era al Papa, a un rey especial o a alguien más. Hoy no existe.
Pregunta:
¿Por qué se perdieron los ideales?
Respuesta:
Porque la fuerza sustituye a todos los demás aspectos.
Pregunta:
Entonces, ¿ser fuerte, se convierte en un ideal propio?
Respuesta:
Sí, tengo una bomba en mi bolsillo y es todo.
Pregunta:
¿Por qué es así? Hablamos todo el tiempo sobre la providencia superior, la fuerza superior. ¿Por qué da esta vacuidad al mundo?
Respuesta:
Para que entendamos que verdaderamente no tenemos nada en absoluto. Nos enfrentamos a la necesidad de tener ideales verdaderos con los que juzgarnos y compararnos. Al mismo tiempo, nada de esto existe.
Pregunta:
En verdad, ¿qué es un ideal?
Respuesta:
De hecho, yo diría que el ideal es amar.
En la era de la energía nuclear, en la que podemos acabar con todo y no dejar nada, el amor es lo opuesto a ella. ¿Qué más se puede hacer? Nada. Si pudiéramos golpearnos y luego arreglarlo, eso ya es otra historia. Pero, cuando estamos a punto de un conflicto nuclear, lo único que puede ser opuesto a eso, es el amor.
Por eso yo creo que en nuestro tiempo, hay oportunidad de llegar a tal estado, a ese acercamiento llamado amor; porque no hay otra forma.
Hoy en día, la paz es posible por primera vez ¡en muchos miles de años! Porque tengo todo tipo de armas nucleares y los demás también. Así, no queda nada qué hacer, más que hacerlo a un lado e intentar acercarnos para encontrar el beneficio mutuo.
Pregunta:
Usted tiene una sencilla respuesta: ¿La vida basada en el amor?
Respuesta:
Sí. Como escribió el poeta estadounidense del siglo XIX, Longfellow: “Enterrad vuestros palos de guerra y vuestras armas…. ¡Fumad juntos el Calumet y como hermanos, vivid en adelante!” Eso es lo que se necesita.